viernes, noviembre 13, 2009

ORACIÓN. "PROCLAMAR LAS MARAVILLAS DE DIOS, NOS RECONFORTA".


PROCLAMAR EL PODER DE DIOS SOBRE NOSOTROS, NO ES SEÑAL DE INFERIORIDAD ,SINO DE SABIDURÍA...MEGF.


ORACIÓN. "PROCLAMAR LAS MARAVILLAS DE DIOS, NOS RECONFORTA".

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
Maracaibo. Estado Zulia. República de Venezuela. América del Sur.
Redactada y publicada en la red: viernes 13 de noviembre de 2009.


O R A C I Ó N


Proclamo los favores recibidos porque “Esperé confiadamente en el Señor:
él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa infernal, del barro cenagoso; afianzó mis pies sobre la roca y afirmó mis pasos. Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, temerán y confiarán en el. Señor. ¡Feliz el que pone en el Señor toda su confianza, y no se vuelve hacia los rebeldes que se extravían tras la mentira! ¡Cuántas maravillas has realizado, Señor, Dios mío! Por tus designios en favor nuestro, nadie se te puede comparar. Quisiera anunciarlos y proclamarlos, pero son innumerables”. Amen y amen… (Fragmentos del Salmo 40)

C O M E N T A R I O.


(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Que hermoso, sublime, maravilloso y extraordinario es proclamar las grandezas y obras del Señor .La confianza que depositamos en Dios nunca será defraudada. EL nos colma con su infinito amor, con su protección y si fuere aun muy poco, nos concede incontables dones materiales y espirituales. Es saludable para nuestro equilibrio emocional, mental y de santa paz, hacer de la alabanza a nuestro Señor una práctica diaria y frecuente dentro de cada uno de los días de nuestra existencia. Es necesario, útil, positivo y muy benéfico dar gracias a Dios por todo lo que nos ocurre, aunque lo pudiésemos calificar como negativo, trágico, penoso, o adverso. “Lo que viene es lo que conviene” repetía incesantemente Doña Ana Delia Rubio de González, mi difunta y amada abuela paterna. Con la aquiescencia de mis lectores, traigo en el recuerdo a mi abuela, entre otras razones, porque ella fue iletrada, no sabía leer ni escribir, pero Dios le dotó de una gran sabiduría, de allí el privilegio que tuvimos sus descendientes de contar con su invaluable orientación. Aquella expresión es precisamente el reconocimiento de la infalibilidad del juicio de Dios y de su sapiencia, al permitir que ocurran hechos que inicialmente ofrezcan la apariencia de ser contrarios a nuestra conveniencia, favor o a nuestros intereses familiares, de salud, de economía, de prosperidad, de paz, de alegría etc. Pero que el tiempo de Dios calificará de modo justo y correcto. Vamos, alabemos con todas las fuerzas de nuestro corazón, mente y espíritu a nuestro Dios. Gracias Señor Jesús, bendito seas por siempre. Ánimo, gozo, alegría…


PROCLAMAR EL PODER DE DIOS SOBRE NOSOTROS, NO ES SEÑAL DE INFERIORIDAD ,SINO DE SABIDURÍA...MEGF.

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