ORACIÓN “PARA LOGRAR LA FELICIDAD”

ORACIÓN “PARA LOGRAR LA FELICIDAD”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED JUEVES 09 JULIO DE 2009.

O R A C I Ó N

Felices los que van por un camino intachable, los que siguen la ley del Señor, Felices los que cumplen sus prescripciones y lo buscan de todo corazón, los que van por sus caminos, sin hacer ningún mal. Tú promulgaste tus mandamientos para que se cumplieran íntegramente. ¡Ojalá yo me mantenga firme en la observancia de tus preceptos! Así no sentiré vergüenza, al considerar tus mandamientos. Te alabaré con un corazón recto, cuando aprenda tus justas decisiones.
Quiero cumplir fielmente tus preceptos: no me abandones del todo.


COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)


Entablar una plática con el señor nos renueva su amor y su misericordia. Procuremos estar siempre en su presencia, en los distintos sacramentos que nuestra santa iglesia católica nos ofrece. Visitar al santísimo, arrodillarnos delante de él, presentarles nuestras dificultades, mostrarle nuestro amor y subordinación, ofrecerle lo mejor de nosotros en el servicio a la difusión del evangelio y a proclamar la buena noticia, a hacerles conocer a nuestros hermanos que la felicidad está en cumplir las enseñanzas de nuestro buen Dios, los mandatos contenidos en la santa Biblia, el mandamiento del amor que nos trajo Jesús hijo de David y señor nuestro: amaos los unos a los otros, como el señor os ama; ama al señor con todas las fuerzas de tu corazón y al prójimo, como a ti mismo. El logro de la felicidad está más cerca de lo que nosotros pensamos. Los psicólogos dicen que la felicidad es una actitud. En ese sentido cada uno de nosotros podría seleccionar ser feliz o infeliz. No obstante y tal como ha quedado establecido en la oración que se ha transcrito anteriormente, que constituyen unos fragmentos del salmo 119, la felicidad consiste fundamentalmente en el cumplimiento de los preceptos, enseñanzas, mandatos y normas que nos da la palabra del señor. Quien vive de espaldas al Dios, es probable que experimente algún tipo de felicidad, y creerá tal vez que lo material, que la riqueza, la fortuna, el dinero y los bienes que el mundo brinda, son suficientes para satisfacer las necesidades materiales y espirituales. Ello es un gran fraude. Es una gran mentira. A estos tesoros los corroe la polilla. En cambio a los bienes espirituales, a los verdaderos bienes, que son aquellos relacionados con el honor, la verdad, la justicia, el patrimonio moral y ético, la solidaridad, el bien común, el amor al prójimo y el perdón a nuestros enemigos, pero fundamentalmente el amor a Dios, no podrán corromperlos ni destruirlos, ni nada ni nadie. Están sobre protegidos por la gracia, la santidad y el amor de Dios. Debemos orar al señor para que nos mantenga firmes en el ejercicio de nuestra fe cristiana católica. Para que no permita que las tentaciones nos aborden y nos hagan caer en el profundo lago del pecado y de la ofensa a la palabra y a Dios. La felicidad como un don de Dios, debemos cultivarla, trabajarla y lograrla. Animo,gozo,alegría…


ETIQUETAS: patrimonio, patrimonio moral, seguir a Cristo, cumplir mandatos