ORACIÓN “AUXÍLIAME, MI FE SE DEBILITA”

ORACIÓN “AUXÍLIAME, MI FE SE DEBILITA”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED VIERNES 31 JULIO DE 2009.

O R A C I Ó N

Me postro ante ti señor Jesús para alabarte, bendecirte y glorificarte. Acudo nuevamente a tu auxilio y socorro, pues mi fe se debilita cada día. Un mar de confusiones me abruma. Algunos signos de incredulidad comienzan a agobiar mi espíritu. Necesito de tu ayuda buen Jesús. Rescátame de estas turbulentas aguas que amenazan con matar mi fe, mi devoción por ti y con perder mi alma eterna. Óyeme Jesús. Mis enemigos y adversarios se han conciliado en mi contra. Quieren que deje de seguirte y me concentre en las efímeras y falsas realidades que el mundo exhibe. Tú nos enseñaste Jesús, que nadie va al padre sino es por ti. Que quien clama a ti hallará respuesta. Que solamente basta creer, pedir con fe, impedir que la duda penetre los cimientos de nuestras creencias y enseñanzas que Jesús nos transmitió. Quiero que la fe vuelva a mi y estoy seguro que tu harás que esto suceda, pues tu venciste al maligno, a la muerte, al pecado. Por ti nuestras faltas y culpas han sido canceladas. Tu sangre preciosa derramada en la cruz nos concedió ese derecho. Y por ese sacrificio tuyo, el padre que está en los cielos, escuchará nuestras súplicas. Amén y amén...

C O M E N T A R I O

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
Reconocer tu poder, tu señorío, tu gloria, tu infinita misericordia y amor, es necesario y benéfico para mantenernos firmes en nuestra fe. Conversar con el señor diariamente, y la mayor parte del tiempo que tengamos para hacerlo o dispongamos para esa plática, es tan útil y pertinente en orden a consolidar nuestras creencias, que resulta una testarudez negarnos esa oportunidad. Es así, que en esta temprana conversación matutina, hemos clamado tu apoyo, socorro y auxilio. Hoy atravieso señor Jesús una de mis más grandes situaciones de debilidad de mi fe. Camino por bosques intrincados de los feroces animales de las tentaciones, de la falta de fe en mí mismo, pero lo más grave es el debilitamiento de la amorosa entrega de mi existencia a tu servicio, a vivir subordinado y aferrado a tus designios, preceptos y mandamientos. Es un desierto en el cual habito. Necesito urgentemente de tus fuerzas, pues las mías casi están agotadas .Estoy seguro que nuevamente me proveerás de capacidades, habilidades y destrezas, para vencer estas dificultades que me embargan. Señor Jesús, fuente de agua viva, salvación de los que a ti acuden, permite que esa agua limpie nuestras suciedades, las manchas de nuestra vestimenta espiritual, nuestras contradicciones y nuestra falta de fe. Refuerza tu palabra, tu enseñanza, nuestra inteligencia, nuestra espiritualidad y concédenos el suficiente discernimiento y sabiduría para alejarnos y arrojar de nuestras vidas nuestros devaneos, nuestros deslices y nuestros coqueteos con las manifestaciones del maligno. Tú eres nuestro rey señor Jesús, la vara y el cayado, en los cuales dejamos descansar nuestro agobio, nuestro cansancio y nuestra vida. Amén... aleluya.


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