lunes, abril 07, 2008

PROMÉTETE A TI MISMO

      Prométete a ti mismo

 

POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR

MARACAIBO-ESTADO ZULÍA -VENEZUELA AMÉRICA DEL SUR.

SÁBADO 05 DE ABRIL DE 2008. HORA 08 Y 50 P.M...

             

Este artículo es producto de algunas situaciones que me ha tocado vivir a lo largo de mi existencia. Acentuadas en esta semana que culmina con ocasión de ese peregrinar que diariamente realizamos en el cumplimiento de nuestra actividad académica, de investigación y extensión universitaria, del mismo modo es la resultante de la observación y análisis de las actitudes, conductas, apreciaciones y opiniones de personas de variada extracción social y nivel cultural. En definitiva el mínimo común denominador viene dado por la uniformidad en un sector casi mayoritario de la sociedad que rodea mi entorno, en relación con aspectos vinculados con el éxito, la felicidad, la paz, la alegría, la tristeza, la solidaridad, la justicia, etc. A veces quisiera no plantear tan repetidamente estos temas, pero la realidad imperante te obliga a hablar de ello en virtud de los lugares comunes, situaciones recurrentes, anomalías sociales que prácticamente no te dejan elegir el tema de discusión y no hacerlo se traduce o podría traducirse en indolencia de parte de quien escribe este soliloquio

 

Ese recurso que llaman Internet, lo he considerado siempre como una herramienta capaz de ayudarte, auxiliarte y en algunos casos destruir convicciones o tergiversar, manipular, modificar y hacer trizas reputaciones, opiniones, principios, valores, entre otras cosas, cuando no se tiene una base sólida y resistente de lo que pensamos, hacemos y decimos. Es así que habiendo hecho ésta aclaratoria, he de referirme a un mensaje electrónico de esos que llaman e-mail y que pueden ser útiles en casos muy puntuales para la solución de los problemas de muchísimas personas.

 

Les comento que uno de mis  contactos, que así es el nombre con el cual debemos referirnos a las personas que integran nuestra lista en la utilización del intercambio de información con ellas, me remitió uno de aquellos con el título que hoy he asumido para este articulo, guardando así los derechos que le corresponden al autor de las expresiones contenidas en la referida presentación multimedia y cuyos datos ofreceré conjuntamente con la información del lugar o sitio del cual partió hasta la bandeja de entrada de mi equipo.

 

PROMÉTETE…

 

Ser tan fuerte... que nada pueda turbar la paz de tu pensamiento.

 

            Es de Perogrullo que la paz interior de la cual podamos disfrutar deviene de nuestra capacidad de poder repeler los pensamientos negativos, las ofensas, las cosas que nos disgustan, y todos aquellos factores que pudieran intranquilizarnos y tornar hosco nuestro proceder. La alegría es consustancial a la paz. Quien tiene paz en su corazón es comúnmente una persona alegre, lo mismo que la persona alegre exhibe una tranquilidad y paz digna de encomio. Recordemos que la Palabra de Dios nos afirma que "De la abundancia del corazón habla la boca". Lo mismo que de un árbol malo no se pueden sacar frutos buenos, ni un árbol bueno dará frutos malos. Así que debemos ser fuertes, con esa fortaleza que nos brinda la Palabra del Señor y que nos permite mantenernos firmes ante cualquier adversidad, para que podamos en consecuencia mantenernos alegres y en sana paz con nosotros mismos, con Dios y con la sociedad toda. En este aspecto, recuerdo gratamente la palabra de San Pablo según la cual: "Alegraos… os lo repito, permaneced alegres en el Señor".

 

 

 

 

PROMÉTETE…

 

Hablar de felicidad y prosperidad a cada persona encuentres.

 

            Amigas y amigos lectores de estas reflexiones, es una constante en los miembros de una sociedad realzar lo negativo antes que lo positivo. De hecho, al final de un día de trabajo, si alguien nos pregunta qué es lo que recordamos de ese día, casi que mayoritariamente, y así las probabilidades lo establecen, manifestaremos todo cuanto de negativo nos ocurrió, le ocurrió a alguien, o hemos percibido por cualquiera de nuestros sentidos. La conclusión viene generada por esa actitud que acompaña a los seres humanos que hacen factible el recuerdo y el almacenamiento de las experiencias negativas por encima de las experiencias positivas. Una de las razones se fundamenta según la Psicología en el hecho de que lo negativo te causa dolor, y el dolor por regla general se almacena más rápidamente que lo positivo, grato, indoloro y agradable. Aquello caracterizado por causarnos felicidad no lo recordamos de manera igual de acelerada que lo malo, en virtud de lo expuesto y porque además el dolor, la tristeza, el agobio, la enfermedad es de más fácil asociación con el común vivir que la felicidad. Dicho sea de paso, la mayor parte de las personas cree que la tristeza, el odio, la infelicidad son la regla y la felicidad son la excepción.

 

            Lamento decirles, estimados amigos, que esa afirmación no es cierta, y que las personas son felices por naturaleza, que Dios nos dotó de una estructura proclive a la felicidad y que la tristeza y el dolor son excepcionales, debido a que estas últimas son la resultante de los errores cometidos en nuestra existencia. De manera que nuestras enfermedades, agobios, penas, no vinieron con nosotros cuando nacimos, las adquirimos en el diario trajinar de nuestro ciclo vital. Son la consecuencia de nuestras omisiones, faltas, desatinos, actitudes negativas, transgresiones a la moral y a las buenas costumbres, en fin, de una vida pecaminosa. Una retrospectiva de tu vida nos dará la razón. De allí que debemos hablar siempre de felicidad y prosperidad, y no solamente para calmar los dolores internos ocasionados por nuestros desaciertos, sino también para compartir esos temas de felicidad y prosperidad con las personas que nos rodean, aún con aquellas que nos encontremos en el camino. En algunas otras reflexiones que ya hemos efectuado, hemos sostenido como estandarte la expresión atinente al proceso de asociación: "Si yo me la paso hablando de enfermedad, de tristeza, de pobreza, de angustias, de ansiedad, además que no bastando esto deambulo con una corte de personas que piensan igual, obviamente por asociación finalmente perteneceré no al grupo de los desterrados, sino al grupo de los fracasados, fracaso que no es culpa de Dios, ni del gobierno, ni de la sociedad, ni de mi familia que no me ayudó, sino única y exclusivamente MÍO". Dicen en mi pueblo, Maracaibo, ventana del Continente Suramericano que: "Quien con cojos anda, al año cojea".

 

            Dios te creó como una persona libre, saludable y próspera, no dejes que el ambiente, la sociedad, los vicios, los placeres mundanos, las desviaciones sexuales, la maledicencia, la murmuración, la envidia, el odio, la insolidaridad, la indolencia, la injusticia, la mentira, etc., destruyan tu patrimonio biológico, moral y ético que el Señor te dio. Si hoy somos malandros, ladrones, prostitutas, adictos a la droga, asesinos, secuestradores, violadores, o transgresores de cualquier ley terrenal o espiritual, no traslademos nuestras culpas al prójimo, al mundo, a Dios, al Estado o a la Sociedad. El único culpable eres tú. Así que, de aquí en adelante, busca la felicidad, habla de felicidad, reúnete con gente que posea la felicidad, háblale de ella a todo el que encuentres, y recibirás de la vida y del mundo eso mismo que tú difundes. La prosperidad y la felicidad no son propiedad absoluta de unos pocos. NOS PERTENECE A TODOS.

PROMÉTETE…

 

Mirar  siempre el lado positivo de los recursos.

 

            Hay gente que va por la vida en una continua e infinita quejabanza; a todo le colocan un pero y además, después de colocárselo, se quejan, cuando el pero es de ellos. Dígame usted si no se ha encontrado con alguno de estos personajes en algún episodio de su historia. Son personas a las que usted pudiera decirles en algún momento: "¡Qué hermoso está ese cielo azul cargado de nubes!", y el pesimista le dirá: "Sí, pero es probable que caiga un chaparrón (lluvia con vientos huracanados y tormenta eléctrica)". O en otra hipótesis dentro de la cual podría usted encontrarse en un jardín impregnado por el aroma de diversas y muy coloridas flores, y para completar este cuadro usted afirmara: "Esas rosas rojas son de un color extraordinariamente bello, ojalá pudiera tener una en mi habitación". Quien no piense de manera positiva le dirá: "Sí, esas rosas son muy bellas, pero si nos atreviésemos a cortarlas, es probable que sus espinas hieran nuestra piel de tal manera que pudiésemos ir al hospital". Entonces la moraleja es que no importa cuán duro se presente tu futuro, no importa cuál es el grado de dificultad que rodea las cosas a las cuales tú aspiras, no importa que tus esfuerzos por conseguir una o varias metas no hayan ofrecido resultado. Lo que realmente importa es que tú has tratado de conseguirlas, que tu intención está en conseguirlas, y que seguirás haciendo esfuerzos para lograrlas. Las circunstancias que impiden lo que deseas has de tomarlas como lecciones de fracasos parciales que te enseñan a no volver a cometerlos, por lo tanto, sé siempre positivo con lo que deseas y con los recursos que tienes a la mano.

 

PROMÉTETE…

 

Pensar solamente lo mejor, trabajar por lo mejor y esperar lo mejor.

 

            Ya en el párrafo anterior hemos hurgado en estas actitudes que debe asumir el ser humano. Varios científicos renombrados, y cada uno en su área, han afirmado hasta el cansancio mental que: "Somos lo que pensamos". Si usted piensa que es un fracasado, pues lo será. Si piensa que se merece lo mejor, lo logrará, puesto que usted está convencido de que lo merece. Si usted piensa que debe obtener lo mejor de esta vida, entonces trabajará lo mejor que usted sabe hacerlo para lograrlo.

           

            Por otro lado, quien piensa lo mejor y trabaja para lo mejor, ha colocado ya los dos hitos necesarios que demarcan la superficie que traerá para sí lo mejor: "Si pienso lo mejor y trabajo lo mejor, es de lógica que espere lo mejor". Y como generalmente atraemos aquello que deseamos, el triunfo no se hará esperar. Entonces, amigo y amiga ¿Por qué sigues pensando en lo negativo? ¿Por qué sigues pensando a que no tienes derecho a ser feliz? ¿Por qué sigues pensando que la sociedad no te debe nada? ¿Por qué sigues pensando que por haber cometido errores no podrás rectificarlos? Recuerda que siempre hay una segunda, tercera o cuarta oportunidad, y que Dios siempre está contigo para orientarte, para ayudarte. Lo único que realmente tienes que hacer es abrir las puertas de tu corazón, doblar tu cerviz y dejarte llevar por sus enseñanzas.

 

PROMÉTETE…

 

Alegrarte del triunfo de los otros... como si fuera el tuyo propio.

 

            La envidia se define como el desear lo que otros tienen para sentirse mejor que ellos, ocupar una situación mejor a la de ellos, aunque para lograrlo evadan realizar todos los esfuerzos que aquel que lo tiene hizo.

 

            Eso le sucede a aquellos que no se alegran del triunfo de otros como si fuera el propio. Estos especímenes de la Humanidad, son los que afirman: "Primero yo, segundo yo, tercero yo, y si hubiese un cuarto también sería yo". Craso error, porque vivimos en una sociedad, y cada uno de nosotros es complemento de los demás. Necesitamos hasta de un perro para el hipotético de quedar ciegos y tener que usar un lazarillo ¿Cómo saber si en tu futuro no está el llegar a ser un ciego, y un ciego pobre? La perfección y conocimiento de Dios llega al punto de establecer como su Palabra la repartición de los dones del Espíritu Santo, y así en los Evangelios nos encontramos que, el Espíritu Santo repartió los dones según su conocimiento, y agrega la Palabra que todos los dones no pueden estar reunidos en la misma persona. La respuesta a esta repartición de dones está en el argumento según el cual nadie puede poseer todos los dones del Espíritu Santo, porque de ser así sería Dios, entonces ¿Para qué lo necesitaríamos? Además, la repartición menuda de esos dones estriba en que esto que poseamos uno o algunos dones, nos hará necesariamente dependientes de otros seres humanos que posean aquellos dones de los que carecemos. En otras palabras, necesitamos de la complementariedad, no podemos ir por la vida cantando la famosa canción mexicana de "Yo sigo siendo el Rey", en dado caso seríamos un Rey incompleto.

 

            El alegrarnos del triunfo de los demás nos hace más humanos, más solidarios y más agradables a los ojos de Dios. Y te cuento un pequeño secreto, el que se alegra del bien ajeno, atrae hacia sí ese bien u otro mayor. Si no, le bastará al lector hojear la Sagrada Escritura y centrar su lectura en los personajes de Moisés, Noé, Josué, David, etcétera. Ellos que vivieron momentos difíciles no se molestaron por que sus vecinos o amigos triunfaron, sino que por el contrario se alegraron ¡Y fíjese usted dónde llegaron! No obstante sabemos que esto es difícil, y que a los seres humanos nos cuesta alegrarnos por el bien ajeno, y por contrapuesto nos alegramos de su mal. Para estos casos yo recomiendo mucho la oración, para que Dios coloque en nuestro corazón uno como el de Él, y en nuestra mente y nuestra boca palabras y pensamientos conforme a su mente y su boca. Mientras pensemos como meros seres humanos y no como hijos de Dios, será más fácil alegrarnos del bien ajeno.

 

PROMÉTETE…

 

Olvidar los errores cometidos en el pasado... y pensar solamente en las promesas del futuro.

 

El futuro no es más que la suma de nuestros presentes. Por ello, ha menester olvidar el pasado. Este solamente sirve para recordarlo en la medida que nos sirva para no cometer los errores del ayer. Los individuos en un sector porcentualmente alto piensan que el pasado es importantísimo para realizar su futuro. Viven enraizados en la trama de lo que fue y no pudo ser. Son aquellas personas que viven hablando de melodías viejas, de hechos viejos, de ropa vieja, de situaciones viejas y ello lógicamente la estereotipa como personas del ayer. Se quedaron allí, no avanzaron, el tiempo las sobrepasó. Son las personas que viven dándose golpes en el  pecho de su humanidad y de su corazón. Se regodean en los aciertos, desaciertos, recuerdos alegres y tristes de un pasado que jamás regresará. Ansían vivir en lo que ya fue y no volverá a ser. Olvidan que la vida cambia y que ese dinamismo genera nuevas oportunidades que hay que aprovechar con una visión y actitud distinta, con ánimo de vencer, sin sentirse derrotados y con la esperanza de lograr todo lo que se han propuesto. Las personas triunfadoras no se quedan  nunca en el pasado, optan retomar sus esfuerzos para nuevamente enfilarlos al logro de las metas y objetivos que sean propuesto realizar. 

 

                                                                                                                PROMÉTETE…

 

                                                                                                         

          

 Tener en todo momento un buen semblante... y ofrecer siempre una sonrisa.

 

Nuestro rostro delata generalmente como nos sentimos. De allí que se necesita ofrecer un buen semblante en el medio en el cual nos desenvolvamos. Un individuo de rostro " duro ", de rostro " irascible ", de rostro exageradamente " serio " tendrá ciertamente problemas de interdependencia con sus congéneres. Todos y cada uno de nosotros sabemos que más fácil vincularse una persona cuyo rostro aparenta afabilidad, paz, alegría y tolerancia que aquellos que muestran las características que ya anotamos anteriormente. A veces nos causa inclusive temor ofrecer " los buenos días" o simplemente saludar, por razones de cortesía, a un extraño de rostro aplomado o cuyo semblante inspira cierto miedo o nos intimida. Para permanecer serio, se requieren una utilización de músculos mayor a la cantidad que se exige para estar alegre y con semblante afable . Además los efectos benéficos para nuestro cuerpo se inclinan a sugerir que es mejor estar alegre y en consecuencia mostrar esa alegría en nuestro rostro, que estar tristes y andar cargando con ese rostro de pocos amigos, de acopio, de tristeza y de muy mal humor. Quien así actúa, lo más probable es que no pueda obtener buenos amigos y una buena cantidad. Esa dureza, ese semblante de hielo, esa cara de pocos amigos no te llevará a ningún lugar agradables, bueno y feliz. Por el contrario las personas que a pesar de sus problemas, enfermedades y demás situaciones calamitosas, ofrecer su mejor sonrisa, pasean con el rostro alegre y feliz, como semblante agradable, que genera condiciones para el intercambio personal, seguramente tendrá mayor cantidad y mayor calidad y amigos  que aquel otro que marcha triste, ojeroso, exhibiendo su pesadez física y espiritual, lo mismo que un carruaje fúnebre que se dirige al camposanto.

 

                                                                                                               PROMÉTETE...

 

 Tratar de mejorar en cada momento... para que no te quede tiempo de criticar, y tú llegues a lo máximo que puedes ser.

 

Hace muchísimo tiempo y desde que era niño aprendí que la única persona con la que debo competir para ganar y lograr las metas que me propuesto: soy yo mismo. No es necesario perder el tiempo envidiando lo que otros tienen y que por supuesto ha logrado, en términos generales, por el esfuerzo se han realizado en las tareas realizadas para obtener lo que poseen. Así que lo conducente es que tratemos de mejorar nuestra situación mediante el despliegue de nuestros mejores recursos tales como la inteligencia, la educación, el trabajo, lo buenos hábitos, la solidaridad, la esperanza, el esfuerzo creativo y dinámico, una fe a toda prueba en Dios y en nosotros mismos. Solamente así lograremos superarnos y escalar las posiciones que no llevarán al cumplimiento de los objetivos que nos hemos trazado y que no prodigarán la felicidad material y espiritual que nos merecemos. Por ello no vale la pena criticar ,si en ello media nuestra maldad y el propósito de hacerle daño al criticado. Aquel que se vale de la crítica destructiva, es un infeliz porque de su acción se genera la infelicidad y el daño de una o más personas. Lo correcto,  ideal y sano es evitar la crítica, pero si en necesario que la hagamos, debe manifestarse en términos que no sean ofensivos, que no sea destructiva y por el contrario que será constructiva. Se pudiera no están de acuerdo con las conductas, valores, criterios, actitud y hechos de muchas personas que nos rodean o con las cuales de alguna manera nos relacionamos. Pero tal situación no nos confiere el derecho de aseverar, afirmar un emitir opiniones destructivas de aquellas. En lugar de criticar, debes centrar tu atención y tus esfuerzos en lo que tú debes y puedes hacer. En tu proyecto de vida. En el conjunto de metas y objetivos que te has trazado para vivir una vida mejor, en paz, justicia y amor. Cuando deja de criticar a los demás, inmediatamente un conjunto de sensaciones y emociones invaden tu ser, tu interioridad. De tal forma que al deslastrarte de esos sentimientos y pensamientos negativos, estaras construyendo un nuevo esquema de valores, principios y convicciones que con toda seguridad te guiaran a experimentar una vida mejor.

 

                                                                                                              PROMÉTETE...

 

 

Prométete a ti mismo ser demasiado generoso... para afligirte

 

 Demasiado noble... para enojarte.............

 

 Demasiado fuerte... para sentir miedo.

 

Demasiado feliz... para permitir la entrada a las preocupaciones.

 

Luego,... cumple estas promesas,...y tu vida será distinta.

                                                     

 

 

                                                                                "DEMASIADO GENEROSO"

 

Hay algunas características que todo ser humano debe poseer para luchar y triunfar en este mundo. Esas características ya vienen con nosotros cuando nacemos: Dios nos las ha provisto, de manera que no hay razón para no ser triunfadores en esta vida. La generosidad es consustancial a la naturaleza humana. Somos bondadosos por regla y malvados por excepción. Ser bueno forma parte de nuestra personalidad, de nuestros genes, de nuestra esencia humana. La maldad es consecuencia de torcer, desviar, transgredir, violar no solamente las leyes de los hombres si no lo que más grave: las leyes del cielo, las leyes de Dios. Hace tiempo tuve la oportunidad de leer, analizar y degustar un libro cuyo título es: "EL DIFÍCIL ARTE DE SER BUENO "y en el ratifiqué el valor que el cristiano debe esgrimir en su vida, sobre todo en los momentos en los cuales recibe agravios, ofensas, ingratitudes y todo género de actos malvados, bien por acción o bien por omisión. En ese sentido quiero referir que poco importa que no obstante, pases tu vida en forma continua y periódica haciendo el bien , y que a cambio de ello recibas maltratos, abusos, manipulaciones, daños diversos, injurias, calumnias en fin todo tipo de mal. Siempre es más beneficioso para ti y para tu familia ser bondadoso y practicar el bien que ser malvado y practicar el mal. Una de las razones que avala esta conducta es que : mil veces es preferible ser engañado, maltratado, ofendido y golpeado por hacer el bien, que ser engañado, maltratado, ofendido y golpeado por hacer el mal. En este último caso lo que se recibe es un acto de justicia. En cambio tiempo ser bueno resulte engañado, no recibirá un castigo sino más bien un premio. ¿ Entonces es mejor ser bueno o ser malo ? Ser bueno no te conduce a la aflicción, antes bien te conduce a la felicidad del corazón. Por ello no importa que se te reconozca o no tu generosidad. Debe mantenerte en ese camino pues la recompensa será grande para aquellos que siendo generosos, sirven a Dios y el prójimo.

 

 

                                                                                     "DEMASIADO NOBLE "

 

La nobleza es sinónimo de ilustre, generoso y estimable. Por ello cuando se es generoso también se es tardío al enojo, a la cólera, a la violencia. Esta es otra de las características que el ser humano que quiere triunfar debe poseer. La generosidad ya se ha dicho en párrafos anteriores es patrimonio de todos los seres humanos. Lo que ocurre es que el libre albedrío que Dios nos concedió, luego lo utilizamos para tomar decisiones contrarias a la naturaleza humana y en transgresión franca de los preceptos de Dios, de los mandamientos de Dios y de todos aquellos valores que preservan la moral, las buenas costumbres, el buen nombre de las familias y en definitiva la ley, el derecho y la justicia. Si nosotros actuásemos en el ejercicio de ese albedrío para las cosas buenas y lo colocáramos al servicio de la verdad, de la solidaridad, de las causas justas y nobles, de la felicidad, de la protección de aquellos que nada tienen, de seguro nuestra vida, nuestra familia y nosotros mismos viviéramos en una situación llena de paz y amor en equilibrio con Dios, con la naturaleza y con todos los que nos rodean.

                                                                                        

 

 

                                                                                         

                                                                                        "DEMASIADO FUERTE"

 

 

 

Debemos ser fuertes. No debemos tener miedo, este es un mal consejero. Cada uno de nosotros hemos sentido temor por cualquier cosa. Pero también sabemos que al final ese miedo, ese temor desaparecerá y que actuaremos frente a cualquier contingencia. Recordemos que somos criaturas de Dios y que estamos dotados de la fuerza de nuestro creador. Dios afirma en su palabra que no tengamos miedo a nada y que sólo el basta. Cuando se tiene a Dios en el corazón se tiene todo y no  se le teme a nada. Dios es el principio y fin de todas las cosas. El ese el dueño de todo, Rey de Reyes, señor de señores, lo sabe todo, lo puede todo y está en todo. Acordémonos de esta hermosa frase contenida en la Biblia: "si Dios está con nosotros quienes puede estar en contra nuestra". Otra frase adorna esta reflexión: "Dios nos guarden su paz porque confiamos nuestro espíritu en el hierro " y finalmente este versículo no admite ninguna duda de la defensa y presencia del señor a nuestro lado: " podemos hacer todo en Cristo que nos fortalece". Estos tres versos sirven para que tengamos una minúscula idea de la grandeza del amor de Dios derramado sobre nosotros. No temer es característico de un buen cristiano. Sabemos también que muchas veces la carne nos traiciona, pero el espíritu que es el que domina la carne siempre será más fuerte. No temas el señor está contigo.

 

                                                                                             "DEMASIADO FELIZ"

 

Basta con observar las personas que nos rodean en nuestro trabajo, en el lugar donde vivimos, en el sitio al cual acostumbramos a viajar, y en cualquiera de los lugares en los cuales nos encontremos, para determinar que existen dos extremos entre los cuales esas personas se mueven y viven: la alegría y la tristeza o dicho en otros términos: la felicidad y la infelicidad. Ya hemos abordado en gran número de las líneas que nos anteceden el aspecto de la felicidad. Solamente aquí reiteraremos que la felicidad es sinónimo de paz, de amor, de alegría, de comprensión, de solidaridad, de justicia, de verdad, de fe, de agradecimiento Dios y de disposición para el bien y el ejercicio de la caridad. Claro que la felicidad a la cual me refiero, no es la felicidad pasajera en el mundo, que es efímera, que se centra en los placeres, en lo material, en lo superfluo, en lo insustancial y carente de valores. La felicidad del que es verdaderamente feliz, trasciende a lo humano y a lo terrenal. Es la felicidad que se vive la tierra pero tomando en cuenta los bienes celestiales y el cumplimiento de la voluntad de Dios. Si esta felicidad no está acompañada por las características que es señalado, no es la felicidad a la que el ser humano tiene justo derecho conforme a la ley de Dios. De manera que en la persona feliz las preocupaciones encuentran una pared infranqueable, indestructible e imposible de quebrar. Esa pared es la felicidad real que deviene de las actitudes y hechos fundados en el bien, en la justicia, en la verdad y en la palabra de Dios. Cualquiera que se califique como cristiano debe entender que se debe imitar y actuar como Cristo para ganarse esa calificación. Y esta calificación le generará automáticamente la felicidad y la alegría de vivir. Por ello si la preocupación aparece en tu vida, revísate porque es posible que ya los factores vinculados con la tristeza, la depresión, la ansiedad y la disminución de tu fe que han penetrado. Por ello mantente siempre feliz. La felicidad es el pasaporte a la vida celestial y mecanismos para evitar surcar las fronteras de las preocupaciones.

 

Escrito está que si tu  cumples con todo lo que hemos esbozado anteriormente, no hay duda, la felicidad tocara tu puerta y Dios le acompañará durante toda está hermosa y dulce aventura, como lo es la aventura de vivir apegado a la palabra de Dios y a su servicio.

 

     DIOS PROVEE A CADA PAJARO SU ALIMENTO... PERO NO SE LO PONE EN EL NIDO

 

EL encabezado es contundente para afirmar que jamás será suficiente que Dios nos provea lo que necesitemos. Siempre será necesario nuestro esfuerzo para buscarlo y darle el uso adecuado para que podamos crecer .Existen muchísimas personas se esperan que el señor les envíe el maná del cielo, así como las codornices y el agua para poder tener las tres comidas. Que ilusos son estos individuos. Nada es gratis. Todo tiene un esfuerzo incorporado. Cuando Dios colocó a Adán y Eva en el paraíso les dijo que podían comer todo lo que allí había para satisfacer sus necesidades, no obstante le prohibió comer del fruto del árbol prohibido. Aún así Dios no le colocó ni en la boca de Adán ni de Eva, las frutas o alimentos que requerían para alimentarse. Ellos debieron buscar, elegir y luego realizar las tareas necesarias para comer aquellas rutas o alimentos. Cualquier cosa que tú te hayas propuesto conseguir o lograr, necesita del desarrollo detuvo esfuerzo para conseguirlo. El trabajo, el esfuerzo creador y dinámico son las principales herramientas generadoras de riqueza, el confort, de bienestar y de crecimiento económico. A la par de ello deben cultivarse lo valor del espíritu, pues una riqueza mal habida trae una mala vida. La ética, la moral, el respeto a Dios y a las inclusiones son condimento indispensable para la preparación de un alimento social bueno, bastante y necesario para el consumo de una sociedad en la cual imperen los más excelsos valores de la humanidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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