jueves, abril 17, 2008

Oración: “Dios preside cualquier reunión”

Por Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor

Maracaibo, Zulia, Venezuela, América del Sur

Impresa el día miércoles de 16 de abril de 2008 a las 11 y 39pm

Tomada de su versión original del día miércoles 09 de septiembre de 1998

Oración y Comentarios Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor

(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).

ORACIÓN

Señor, te damos gracias y te bendecimos en esta mañana. Y queremos Señor pedirte en esta preciosa mañana que nos ayudes y nos des discernimiento para todos aquellos momentos en los cuales debemos reunirnos con nuestro prójimo. Luz de la verdad y del bien, Señor mío y Dios mío, no puedo iniciar los trabajos de esta reunión sin dirigir antes a ti, mi súplica y mi alabanza. Te suplico tu ayuda indispensable para que nos asista del principio al fin y con alegría nos haga alcanzar lo mejores resultados. Venero tu adorable presencia, siempre solícita para recibir y recoger lo mejor de nuestros cuidados y respetos Padre universal danos la oportunidad de aprovechar nuestro encuentro, para reforzar los lazos de nuestra unión y amistad. Bajo tu mirada vigilante y paternal, deposito ante ti los ideales comunes y los proyectos que hoy intentaremos realizar. Que todo pueda encaminarse justamente, para la mayor gloria de tu nombre y para un provecho y utilidad verdadera .Bendice Señor con abundancia a cada uno de los que nos escuchan y a cada uno de los que van a participar en esa reunión y por todos los trabajos que hoy Señor nos proponemos realizar. Amén y amén...

COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Es extraordinariamente hermoso conversar con el Señor y reconocer en esta mañana hermano y hermana radioyente, que toda nuestra vida, que toda nuestra actividad debe estar centrada en el Señor, para que él con su infinita bondad y misericordia nos haga felices. Para que cualquier actividad que tú cumplas sin importar lo sencilla o compleja que esta sea, reciba la bendición del Señor. Y esa actividad que hoy te propones realizar bajo la égida, bajo la protección y amor de nuestro Señor; estamos plenamente seguros. y de cierto te digo saldrá de la manera más favorable para ti y para la humanidad. En esta mañana hermano y hermana radioyente, debemos ponernos en las manos de Dios. Abandónate en la voluntad divina por entero. Así como el niño se arroja con toda confianza a los brazos de su madre. Deja de preocuparte por lo que será de tu vida. El padre que te llamó a ti, a mí y a todos nosotros a la vida, no nos llamó por casualidad. En los designios divinos tú y yo estamos dentro del plan de salvación, porque Dios ha pensado en nosotros, ha pensado con su bondad y se ha inclinado ante nosotros para amarnos, para darnos protección, por pura misericordia. No discutamos. Descansemos confiadamente en las manos de Dios, pues él nos brinda su amor y protección. Debemos repetirnos muchas veces en este día y todos los días nuestra vida la siguiente frase: " El Señor es mi pastor nada me faltará”. En otra vertiente amigo y amiga radioyente debemos reflexionar en la palabra de san marcos capítulo 10, versículo 44 cuando se nos dice: “El que el que quiera ser el primero que se haga siervo de todos “. Los humildes, solamente los humildes contemplarán el rostro de Dios. Porque la humildad es la virtud que purifica el alma y permite que la luz divina penetre en ella y la bañe de ternura y felicidad .Amigo y amiga radioyente: humilde no es hacer derroche de sí mismo. Ni es humilde quien esconde o niegue su propio valor .Humilde es todo aquel que se hace respetar por lo que vale, por lo que es, por lo que posee, sin alarde ni ostentación. El humilde afirma siempre que lo es, pero por pura la misericordia de Dios. Tenga siempre como norma de vida el agradecimiento hacia quien le hace un favor. Nunca de pie a nadie para que digan de usted “cría cuervos y te sacarán los ojos”. De todos los grandes defectos, amigo y amiga radioyente, que el hombre puede tener, la ingratitud: es la más abominable. El ingrato, desprecia, ofende y hiere a aquel a quien un día le extendió la mano y la encontró con un favor gratuito. Si hoy no puede expresarle a su bienhechor su agradecimiento, entonces pídale Dios que le recompense en su nombre. Ánimo, gozo, alegría...

NOTA DEL AUTOR

Amigos y amigas, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela, América del Sur.

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