LA NOTA CORTA
"LA NECESIDAD DE TENER PROBLEMAS"
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.
JUEVES 30 DE OCTUBRE DE 2008.
Tal vez el título de estas reflexiones pueda conducir a los lectores--- en principio--- a prejuzgarlo y asumir con prejuicio un criterio antes de su lectura y su comprensión. No es que se esté afirmando que la concreción y el advenimiento de situaciones problemáticas, difíciles y de dificultad de algunas veces suelen tocar nuestra puerta, constituyan una especie de patología que conduzca al individuo a compartir felizmente y hasta disfrutar la tragedia, el inconveniente, la dificultad o lo problemas que providencialmente les toca enfrentar. Esta reflexiones contenidas en este artículo, por el contrario, nos llevan a observar como un criterio objetivo el porque y la razón de la aparición de esta situaciones en nuestra vida y que en contradicción con lo que muchos piensan, son necesariamente importantes que ocurran porque de otra manera los seres humanos no tendrían ni la capacidad, ni la fuerza suficiente para poder enfrentar los verdaderos retos y desafíos que el diario vivir ofrece. También en el contenido de estas notas le ofrecemos al lector una especie de guía para qué le permita aceptar, entender y comprender que la vida necesita de los problemas, ya que permitiéndoseme el paralelo con un cuerpo humano que padece de una virosis o gripe, sino ha fortalecido sus mecanismos de defensa frente a esos virus, seguramente morirá. Del mismo modo el individuo que no haya pasado la vivencia de problemas es vida, cuando esto se presenten seguramente sucumbirá, por cuanto no sabrá cómo resolverlos. En la medida en que el ser humano vaya experimentando (adquirir y acrecentar la experiencia) conforme a su propio desarrollo y al desarrolló de su entorno, en esa misma medida creará y multiplicará del sus mecanismos de defensa frente a los problemas y a la situaciones truculentas u enojosas que encontrará a lo largo de su vida. En las líneas siguientes transcribiré, de manera muy sucinta, la historia de la joven que imprudentemente le cortó el capullo a la mariposa, para que podamos comprender que el esfuerzo, la dificultad y los problemas son necesarios para que posteriormente podamos disfrutar de una vida más sana. Veamos
LA JOVEN QUE LE CORTÓ EL CAPULLO A LA MARIPOSA
“Cuando un gusano se convierte en mariposa, dura horas y horas revoloteando lo más fuerte posible dentro del capullo para romper esas paredes que lo encierran y salir libremente a volar por los campos floridos. Y ese revolotear les consigue a sus salas las fuerzas que necesitan para permitirle después a volar debidamente. Y sucedió un día que una muchachita acercó su oído a un capullo y oyó te la naciente mariposa revoloteaba sin cesar como si estuviera desesperada por salir de allí. Y la niña imprudente, movida por una equivocada compasión, tomó una tijera y cortó la paredes del capullo para qué la mariposita pudiere empezar ya a volar sin tener que esforzarse por salir de allí. ¿Pero qué sucedió? Que por no haberse ejercitado el tiempo debido revoloteando para abrir su capullo, las alas de la mariposita no adquirieron la fuerza suficiente y el pobre animalito no pudo levantar el vuelo. Y así por querer evitarle un trabajo y un esfuerzo se le privó del placer de lograr volar por las alturas. (LE HAYE Y E. SALESMAN. "COMO ALEJAR LA DEPRESIÓN LA TRISTEZA Y EL MAL GENIO”. Bogotá. Colombia. Editorial Centro Bosco. 1993. Pág. 177 dio un 179)”
Esta pequeña anécdota nos recuerda que los problemas, las vicisitudes, en las adversidades, las tragedias, los inconvenientes, las tribulaciones, las dificultades y otras situaciones difíciles que se nos presentan en la vida, son necesarias para que, con y a través de ellas afinemos nuestro espíritu, nuestra personalidad, nuestro modo de ser y aprendamos a reaccionar positivamente frente a esos problemas y a cualquiera que se nos presenten en el devenir de nuestra existencia. Un ser humano acostumbrado a vivir sin problemas, resolverlo todo de la manera más fácil, no haber experimentado momentos de dificultad, de pesar, de contrariedad y a veces de impotencia, es un ser que al igual que la mariposita de la historia antes transcrita, no podrá enfrentar con éxito y de manera acertada y satisfactoria la multiplicidad de momentos, circunstancias, situaciones y episodios contradictorios, indeseables y contrarios a nuestro querer, que seguramente aparecerán a lo largo de nuestra vida y del camino que nos toca vivir o transitar. Como ya ha podido advertir el lector la vida sin problemas no es vida. Es necesario que al igual que el metal deba pasar por el yunque del herrero, para que este luego de golpearlo repetidas veces, con golpes extremadamente fuertes, con el propósito de que asuma una forma determinada, y luego pasarlo por el fuego, o viceversa, fuego necesario para que el metal vaya no sólo a tomar forma sino también a solidificarse para poder resistir los embates, dificultades y contrafuerzas que seguramente tendrá que resistir cuando ya se haya transformado en una silla, un escritorio, un tubo pará que a través de el circule el agua o cualquier otro líquido, los sombreros o cascos utilizados por los obreros para su protección, lo mismo que las puntas delanteras y, laterales y partes posteriores de los zapatos que se utilizan en la construcción y en otras actividades. Como puede verse, el acero y los otros metales necesitan pasar por ese proceso para qué de ellos se obtenga el fin esperado. Lo mismo sucede con nuestra vida, con nuestra existencia. Necesariamente hemos de pasar por cantidad de problemas que harán que nosotros ganemos experiencia, no sin antes cometer algunos errores, errores que también son necesarios para aumentar nuestro discernimiento y clarificar y darle mecanismos útiles a nuestro libre albedrío, libre arbitrio, que el señor nos regaló. La vida, la sociedad, la gente, nos darán golpes unos fuertes , otros mas fuertes, pero no temas, ellos lo mismo que el fuego en el crisol harán de ti una pieza de incalculable valor.
La expresión bíblica según la cual cada uno de nosotros tiene su propia cruz, es tan cierta y tan grande como el tamaño de una catedral. Cada uno tiene su propia dosis, porción y ración de problemas. Es probable que seas un hombre rico, pero no tienes salud. Es probable que tengas salud pero no tengas recursos económicos suficientes para llevar la vida, que te gustaría. También es probable que aunque tengas salud y dinero, no tengas paz interior porque tus hijos o tu cónyuge no tienen relaciones edificantes contigo. En fin pudiéramos seguir señalando ejemplos, pero no es el desiderátum de este artículo.
Para reforzar lo expresado anteriormente, permítaseme auxiliarme con la siguiente cita: “Mira el lado bueno de la vida, de la gente y de las cosas. Ni el mal ni el bien son absolutos en esta vida de luces y de sombras. El mal que te aprisiona no es duradero, es estéril si no lo hayas en su real sentido. No te fijes en el, más que para sobreponerte. Busca el rostro risueño y favorable de lo que te sucede a cada ahora: lo tiene; hay que encontrarlo. Sacarás provecho de la cosas (JOSÉ LUIS GAGO DE VAL, " SABIDURÍA DE LA VIDA, ediciones Paulinas. Caracas Venezuela. 1997. Pág. 169)”
A MANERA DE CONCLUSIONES
Debemos medir, valorar y precisar con justeza el momento, el lugar, el sentido y el tiempo de las cosas que nos suceden. Todo lo que pueda acontecernos, lo que nos sucedió y lo que está por suceder tienen implícitamente contenido un mensaje, una orientación enmarcados dentro de un proyecto de vida que cada uno de nosotros posee. Es así que debemos buscar el lado bueno de las cosas, porque en definitiva todo lo que nos sucede, sucede para nuestro bien. El tiempo que es el mejor juez y testigo dará cuenta de ello. Si tú ya has alcanzado cierta edad, desde tu adolescencia, estoy seguro que compartirás la afirmación anterior. Siempre, después de una situación difícil, en tanto y en cuanto el sujeto que la ha vivido, haya tomado los correctivos pertinentes y asimilado la lección de esta situación y no cometa los errores involucrados en aquella situación, seguramente tendrá después de aquella, una situación de bonanza, de pujanza, de paz, de alegría, de amor y de tranquilidad, aún mayor que la que tenía antes de que se presentara la dificultosa situación. BENJAMÍN FRANKLIN, escritor, científico, político, pensador y luchador por la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, dejó para la posteridad una especie de catálogo para vivir mejor, de allí extraigo lo siguiente: 1.-Tener fortaleza de ánimo para que nada pueda perturbar mi paz mental. 2.- Hablar de salud, prosperidad y felicidad. 3.- hacer sentir a mis amigos el alto precio en que los tengo. 4.-Pensar solamente lo mejor y esperar solamente lo mejor, trabajar solamente por lo mejor 5. - Ser tan entusiasta de los éxitos de los demás, como los propios. 6.-Olvidar los errores del pasado y laborar para el éxito futuro. 7.-Llevar el semblante risueño y mostrarme siempre satisfecho. 8.- Ocuparme lo más posible de mi mejoramiento espiritual de modo que no tenga tiempo de criticar al prójimo. 9. - Trabajar, ocuparse siempre en algo útil y no desperdiciar el tiempo. 10.-
Moderación: evitar los extremos y no actuar con ira. 11.-Calma: no es indisponerse por tonterías, accidentes o problemas 12.-Castidad: que el placer este guiado por el amor y no lleve a perder la paz, Humildad: Imitar la sencillez de Sócrates y Jesús. (LE HAYE Y E. SALESMAN. "COMO ALEJAR LA DEPRESIÓN LA TRISTEZA Y EL MAL GENIO”. Bogotá. Colombia. Editorial Centro Bosco. 1993. Pág. 16)
Este catálogo de vida nos permitirá sobrellevar los problemas que la vida nos presenta, será como una especie de armadura para poder resistir las flechas incendiarias del innombrable y de las tragedias y tribulaciones.
No olviden amigos y amigas que leen este artículo que es imposible evitar que situaciones enojosas, difíciles, truculentas, de tristezas, de pena, de tribulación y de tragedias se presenten en el tránsito de nuestra vida. Pero recuerda también que el señor nos dotó de fuerza suficiente para vencer la adversidad, para vencer los obstáculos, para neutralizar cualquier momento o episodio difícil que pretenda que nos desmoronemos y caigamos en el total fracaso. Dios está siempre con nosotros, nunca estamos solos y aunque una gran parte de la humanidad se resista a creerlo, el esta siempre dispuesto a escucharte, a orientarte, a ayudarte, a perdonarte, lo único que se te pide es que creas en Dios, en el padre, en el hijo y el espíritu santo, ellos con la intercesión de la virgen madre María, madre de Dios y madre nuestra, te auxiliarán y harán tu yugo más suave, tu carga más ligera. Recuerda que Jesús les dijo sus discípulos: " venir a mí todos los que estoy cansados y agobiados porque yo os aliviaré". Ánimo, gozo, alegría...
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