ARTÍCULO ¿SACERDOTES O CURAS, SON
NECESARIOS?
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.
MARACAIBO. ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADO EN FECHA JUEVES 23 DE OCTUBREDE 2008.
TRASLADO A LA RED JUEVES 23 DE OCTUBRE DE 2008.
La interrogante que encabeza este artículo a modo de título, no es de reciente data. Ésa pregunta ha venido rondando la mente del hombre desde que tuvo conciencia de su propia existencia, de sus vacíos, de la necesidad de encontrar las respuestas trascendentales de su vida y fundamentalmente las vinculadas con el: que, como, porque, para que, donde, cual, para donde, etc... Y dentro de ésas grandes, importantes y complejas interrogantes nos encontramos con una que es como sustancial a la existencia, esencia, origen y destino del hombre. Por supuesto se trata de la existencia de Dios como creador del hombre vive la persona. Esta ha sido suficientemente debatida y además respondida no solamente en el punto de vista teológico sino también desde el punto de vista racional y por ello ya hoy ha perdido casi sustancia, la inquietud, pregunta o búsqueda de los argumentos demostrativos de la existencia de Dios. Es tan evidente la ratificación de la existencia de nuestro buen Dios que las investigaciones científicas desarrolladas con ocasión de los viajes planetarios, arrojan como resultado una profunda convicción en la existencia de un ser superior o cuando menos de una fuerza, de una energía o de alguien o algo que constituye el principio de la vida. De tal forma que poco importa que nombre hayas escogido tu para referirte al señor, a Dios, a YAHVÉ.
En sintonía con lo expuesto, se hace también necesario inquirir sobre la necesidad o no de la existencia, presencia y auxilio de los sacerdotes o curas en el ejercicio de la profesión de fe cristiana. La repuesta es obviamente afirmativa. Sin sacerdotes, si curas, la iglesia universal, la Iglesia Católica, la única que fundó Jesucristo, estaría incompleta y además marcharía sin uno de sus elementos integradores como lo son sus sacerdotes, recordemos a MELQUISEDEC. Sumo sacerdote de la antigüedad. Lo contrario, es decir una iglesia sin sacerdotes, si curas, es una iglesia que no cumpliría con los mandamientos, preceptos e instituciones que el propio Jesús fundó, lo mismo que los sacramentos por el instituidos. Para tener la certeza de la necesidad que tiene la iglesia, la sociedad y la grey misma de sus sacerdotes, me permito citar lo que a continuación transcribo y que he extraído de la magnífica y recomendable obra: " CIEN PREGUNTAS A LOS CATÓLICOS", cuya autoría es de HERBERT MADINGER, editado por EDICIONES PAULINAS, Caracas. Venezuela. 1991. Págs.: 225-227,
EL SACERDOTE O CURA ES EL ÚNICO INSTITUIDO POR MANDATO DEL PROPIO JESUS PARA DARTE EL CUERPO DE CRISTO EN EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN
¿Quién te da el cuerpo del señor? Cristo hizo depender la vida eterna de esa unión con la eucaristía: "el que de mi come la carne y de mi bebe la sangre, tiene vida eterna (San Juan 6:54)... "sino coméis la carne del hijo del hombre y bebéis la sangre del mismo, no tenéis vida en vosotros" (San Juan 6: 53). Tú necesitas al cura o al sacerdote porque precisas del cuerpo del señor que solamente puede dártelo el sacerdote.
SE REQUIERE LA ABSOLUCIÓN, POR PARTE DE LOS CURAS O SACERDOTES, PARA LA ABSOLUCIÓN DE NUESTROS PECADOS. ELLO ES UN MANDATO DE JESUS, PUES NO BASTA ÚNICAMENTE EL MERO ARREPENTIMIENTO.
¿Quién te absuelve de tus pecados? Cristo prometió el perdón de los pecados no ha tu mero arrepentimiento, sino que él exigió: "a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; y a quienes se los retuviereis quedan retenidos" (San Juan 20: 23). Tú necesitas al sacerdote para recibir a través suyo la absolución de Dios.
EL SACERDOTE O CURA ES EL ÚNICO INVESTIDO POR DIOS PARA LA TRANSUBSTANCIACIÓN Y COLOCAR EN LA MANO DE LOS HOMBRES EL CUERPO DEL SEÑOR
¿Quién pronuncia las palabras de la gran transubstanciación durante la misa? ¿Quién se atreve sin mandato especial de Dios hacer bajar a las manos de los hombres al señor, el creador del mundo? Ante todo: ¿quién es capaz de ellos sin el encargo especial divino? Tú precisas del sacerdote si quieres tener acceso a los misterios de Dios que él nos ha donado.
LA ADMINISTRACIÓN DE LOS SACRAMENTOS ESTÁ DELEGADA POR EL PROPIO JESÚS EN SUS SACERDOTES O CURAS. ELLOS OFICIAN LOS RITOS DEL NACIMIENTO DE NUESTROS HIJOS, DEL BAUTIZO, DE LA CONFIRMACIÓN, DEL MATRIMONIO, DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS, DE LA ABSOLUCIÓN, DE LOS ACTOS FUNERARIOS
Algo parecido ocurre al conferir la gracia del espíritu santo. En la confirmación, el obispo pone dentro de nosotros a modo de grano de semilla aquel espíritu centelleante que ha de desarrollarse en un pleno incendio durante toda la eternidad. ¿Quién debe enterrar a nuestros muertos, quien ha de bautizar a nuestros hijos, quien es el encargado de bendecir nuestro matrimonio ante Dios? Necesitamos del sacerdote, su poder sacerdotal, su ministerio. Nosotros precisamos del sacerdote aunque él nos parezca a veces, como hombre débil, vacío y tibio. Incluso entonces es válida su absolución.
LOS SACERDOTES O CURAS SON NUESTROS PADRES ESPIRITUALES. ELLOS SON LLAMADOS A CUMPLIR CON EL MANDATO DE JESÚS EN SALVAGUARDA DE SU REBAÑO Y DE SU CORRECTA, ÉTICA Y MORAL ORIENTACIÓN.
Sin embargo ante todo necesitamos al sacerdote como "padre espiritual". ¿Quién vela hoy en día de su propia alma con el jaleo de la época? O ¿dónde hay seres extraños que se preocupan de tu alma? A menudo ni siquiera tus propios padres tienen cuidado de tu salvación eterna; tampoco tus hermanos y tampoco tus amigos .
JESÚS EL HIJO DE DIOS, ORDENÓ SACERDOTES, LOS INSTITUYÓ Y LES ORDENÓ VELAR POR EL REBAÑO, LOS DESIGNÓ PASTORES, PARA QUE FUERAN EN BUSCA DE LA OVEJA PERDIDA, PARA QUE HICIERAN DISCÍPULOS DE ÉL TODOS LOS PUEBLOS Y BAUTIZAR EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.
Cristo mismo ordenó sacerdotes para nosotros, para que se preocupasen de nuestras almas: " ellos deben ser " pastores" que vayan tras el rebaño y velen de tenerlo a su alrededor. " y tres, y hacer discípulos a todos los pueblos bautizando los tener nombre del padre y del hijo y del espíritu santo; enseñando les a conservar todo cuanto os he mandado". (San Mateo 28: 19). Cristo, el pastor de sus creyentes, transmite sus funciones pastorales a sus discípulos: "como mi padre me envió, así lo os en vivo" (San Juan 20: 21). Ellos deben ir detrás de los hombres, del mismo modo que Cristo fue detrás de las almas. Los pastores deben buscar a la oveja perdida en sus cuartillas y viviendas, en sus barrios míseros y palacios.
NOTAS FINALES
Deviene en pedagógico, ilustrativo y de gran utilidad las palabras expresadas por el autor ya citado y las que comparte plenamente este articulista y que se condensan en el siguiente texto: "efectivamente nosotros podemos apreciar muchos aspectos de los desvelos pastorales de los sacerdotes por nosotros; ellos se preocupan de que se construyan iglesias y de que tengamos allí a nuestros oficios divinos. Ellos luchan para que nuestros hijos reciban enseñanza religiosa en el colegio. Ellos procuran formar a la juventud en un espíritu religioso, en las obras de retiro espiritual, en las clases para jóvenes y en los hogares juveniles. Centenares de miles se van de misioneros renunciando a todos los bienes de la civilización, al sol abrasador, a los desiertos helados y a las selvas vírgenes. Por medio de signos visibles de la caridad, ellos intentan hacer comprensible a los hombres el amor de Cristo, hospitales cristianos asilo de ancianos, jardines de infancia parroquiales, aldeas infantiles, misiones de asistencia en las estaciones, etc. etc. Si no tuviésemos a esos padres espirituales, a esos pastores de Cristo, nos hundiríamos aún más en nuestras preocupaciones cotidianas laicas, en el consumo recreativo, en la caza del rendimiento; sin oración, sin dejar bautizar siquiera a nuestros hijos, olvidando Dios. Cristo instauró ese sacerdocio al conferir plenos poderes y el misterio para la misa, el bautismo, la confesión, la consagración etc. ¿Si necesitamos curas? Si necesitamos a Cristo, entonces, precisamos también al sacerdote, al cura. El es la mano mediante la cual Cristo nos bendice y guía”.
Es más que evidente la necesidad de los sacerdotes, curas, pastores o como tú quieras llamarlos. Lo cierto de manera categórica, enfática e incuestionable es que el sacerdocio fue instituido y lo ordenado instituir por el propio Jesús a sus apóstoles y éstos a su vez por mandato de Jesucristo resultaron y vestidos por la fuerza del propio Jesús y del espíritu santo para que pudieran ordenar los sacerdotes futuros. Así lo os que ellos ordenaron instituyó a otros y éstos a los que le sucedieron y de esa manera hasta nuestra época. La institución del sacerdote no es un invento de los hombres ni mucho menos de nuestra santa iglesia. He aquí una diferencia un notable con las sectas que pululan desde hace 1200 años aproximadamente, la humanidad. Las sectas generalmente no comparten los sacramentos, no practican la confesión ni la reconciliación. Para ellos la comunión no existe e incluso la repudian y se declaran enemigos de ella. Esos falsos predicadores, embaucadores, charlatanes y estafadores trabajan para su propio reino, el reino del dinero, de sus propios intereses, de sus propias casas, "de sus propias iglesias", cada uno de ellos tiene su iglesia propia y yo diría que manejan una Biblia propia, pues tuercen la interpretación de la palabra del señor y la acomodan a su propia conveniencia, pretenden establecer un falso reino de Dios por el temor y hacen del diezmo una prestación de obligatorio cumplimiento so pena de perder alma y morir en el infierno, en el largo azufre, en el fuego eterno.
Es curioso que en esa misma sectas- - - y para ello basta ver la televisión, escuchar la radio o tal vez curiosear en nuestra vecindad- - - en la actualidad, como ya la gente está dudando de su legitimidad, de sus orígenes y de la conducta y actitudes de quienes las dirigen y fomentan; que hoy se hacen llamar ni siquiera pastores, hoy insisto, se autodenominan apóstoles, profetas y los más envilecidos se autocalifican como maestros. Es decir una especie de mixtura, de híbrido, de masa amorfa, con lo cual pretenden confundir a la gente ya que inclusive utilizan la indumentaria de nuestros sacerdotes, pues algunos se visten de sotana y con algunos otros elementos que caracterizan nuestros sacerdotes, obispos y cardenales. Debemos estar alertas para que no caigamos en la tentación de seguir falsos profetas, falsos adoradores de Dios y enemigos de la verdad.
ETIQUETAS: sectas, iglesia universal, falsos profetas, transubstanciación,
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