“NOEMÍ RUBIO
RINCÓN DE WILHELM… UNA MATRONA MARACAIBERA DE TEMPLE, TRABAJADORA INCANSABLE Y FORJADORA
UNA FAMILIA DE BIEN”.POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com .MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR. REDACTADO
Y PUBLICADO EN LA RED: SÁBADO DÍEZ DE ENERO DE 2015.
IMAGEN UNO: PROF. DR.
MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…
“NOEMÍ RUBIO
RINCÓN DE WILHELM… UNA MATRONA MARACAIBERA DE TEMPLE, TRABAJADORA INCANSABLE Y
FORJADORA UNA FAMILIA DE BIEN”.
MARACAIBO. ESTADO
ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.
REDACTADO Y PUBLICADO
EN LA RED: SÁBADO DÍEZ DE ENERO DE 2015.
Esta semblanza de NOEMÍ
RUBIO RINCÓN DE WILHELM pudiera establecerse con mayor grado de aproximación a
la realidad, pero mi mente a pesar de que está cargada de recuerdos muy gratos,
de mi tía abuela Noemí, muchos se ubican en mi infancia o en la adolescencia,
muy cercano a mi tiempo de adulto. Y es aquí precisamente donde dejé de
relacionarme con ella - - -en razón de mi actividad profesional- - -, con la
frecuencia y asiduidad ya señalada. Sin embargo ello no constituye obstáculo,
para que pueda transformar en rasgos de escritura, algunas situaciones y hechos,
así como algunos de los cuales no presencié, pero que posee de los mismos una
memoria referencial. Esta razones motivan a solicitarle a mis lectores la
benevolencia en cuanto al juicio que puedan emitir, de lo que aquí voy a narrar
y que son palabras muy sentidas que emergen de mi corazón y del profundo amor
que le profesé a esta maravillosa mujer, ejemplar madre de familia, paradigma
imperativo para quienes somos sus parientes y para aquellos que habiéndola
conocido, pueden dar fe, sin cuestionamiento alguno, de su valiosidád, de su
comportamiento y de un gran reservorio de principios y valores éticos y morales,
que exhibía en su vida familiar y en su vida ciudadana.
Me permito utilizar el Diccionario
de la Real Academia Española para reforzar la expresión “TEMPLE”, que le he
atribuido y con la cual he calificado a mi tía abuela NOEMÍ RUBIO RINCÓN DE
WILHELM, juzguen por sus propios medios, amigos lectores la personalidad de
esta gran matrona, partiendo de una de las acepciones que ese diccionario contiene
para referirse a la voz “TEMPLE”: FORTALEZA ENÉRGICA Y VALENTÍA SERENA PARA
AFRONTAR LAS DIFICULTADES Y LOS RIESGOS. Ese rasgo personalísimo de tía Noemí
es notorio, destacado, relevante, sus hijos e hijas, sus hermanos tanto a
hombres como mujeres, sus sobrinos, sus sobrinos nietos, sus parientes afines,
sus amigos, vecinos y todo el que tuvo trato con ella, observó muy pronto que
fue una mujer de gran temple, que se ganó el respeto de su entorno, pero este
fuerte carácter nunca le restó su afabilidad, la facilidad para relacionarse
con los otros seres humanos y una gran solidaridad con aquellos que necesitaban
sus favores, auxilios o ayudas de cualquier tipo. Así la recuerdo, lástima que
mi mente no sea tan abundante en los detalles sobre la vida de esta gran mujer,
Madre de Familia, Esposa Ejemplar y Ciudadana, con un gran discernimiento y
mucha sabiduría, no obstante su condición o dificultad para leer o escribir.
Mi tía abuela Noemí
nació en esta hermosa ciudad de Maracaibo en el primer lustro del año 1900, si
mi memoria no me traiciona ni me es infiel, fue la mayor de la familia Rubio
Rincón, aunque me asalta la duda sobre sí mi tía abuela Eudosia realmente fuese
la primera de ese clan. Sé que mi abuela Ana Delia le sucedía a tía Noemí y mi
mente pendula en cuanto a la fecha de nacimiento de ambas, aunque creo que tía
Noemí nació en el 1902 y mi abuela vió la vida en 1904. Contrajo matrimonio mi
tía Noemí con mi tío político Antonio Wilhelm, de ascendencia alemana, al igual
que su hermano David Wilhelm que se casó con mi tía abuela Chinca, es decir dos
hermanas Rubio Rincón, contrajeron nupcias con dos hermanos Wilhelm, por lo que
los hijos de ambas uniones matrimoniales, se conocen en la vida cotidiana, como
primos hermanos carnales. Procreó mi tío Antonio con mi tía Noemí: a mis primos
Ana Iría, Elpidio, mi madrina Idelma y
Ubilda Wilhelm Rubio. Los dos primeros a partieron del mundo de los vivos, y
con seguridad afirmo, que están viviendo una resurrección anticipada en el
cielo en compañía de tía Noemí. Me contaba mi abuela Ana Delia que mi tía Noemí
poseía con su esposo un negocio o tienda de abastos, en la cual se expendían
alimentos y otras mercaderías, y que ella lo regentaba y administraba con éxito
y con mucho tesón, y ganándose el mejor aprecio de sus vecinos y clientes, pues
vieron en tía Noemí y en tío Antonio, personas respetables, honradas, decentes
y trabajadoras a todo dar.
Recuerdo con mucha
fidelidad aquellos años en los cuales las fiestas decembrinas, pero
principalmente la de noche vieja y año nuevo, se trasladaban, al comienzo, al
ranchito donde vivíamos en la Pomona, para celebrar en compañía de mi abuela
Ana Delia, de sus hijos y de nosotros sus nietos, las mencionadas fiestas, la
pasábamos muy bien entre el buen humor que ha caracterizado a los integrantes
de la familia Rubio Rincón, así como esos sentimientos de afecto sincero a toda
prueba, que siempre nos hemos manifestado. En mi memoria está la casa en la
cual vivía tía Noemí: en el famoso callejón o calle “el varadero”, que debió su
nombre, porque muy cerca de su casa existió una compañía petrolera, a la que
llamaban antes, “contrata” y que guardaba algunas naves, lanchas, para el
transporte de sus trabajadores.
De mi tía Noemí
recibimos no solamente su afecto y sus querencias, sino también el consejo
oportuno, la prédica sobre lo más importante en la vida de los seres humanos:
el trabajo, la honestidad, la honradez, la moralidad, la responsabilidad, la
sujeción a la verdad, a la justicia y una de las cosas más importantes que
recuerdo: el ser temeroso de Dios y un amor profundo por la virgen María. Todas
estas cosas coadyuvaron a formar no solamente mi personalidad y mis modos de
proceder, sino la de mi Padre Adelmo y de mi Madre Amalia, mis tíos, mis hermanos
y de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de escucharla y de observar sus
buenos consejos.
Hoy a una larga
distancia del tiempo, le ofrezco a mi tía abuela Noemí Rubio Rincón de Wilhelm,
mi testimonio y el de todos mis parientes tanto cercanos como lejanos, de amor,
de respeto, de gratitud y de reconocimiento a sus férreos principios, a su
honorabilidad, a su grandeza como Madre de Familia y Rectora de muchísimas
generaciones a las que orientó y predicó con su ejemplo de gran honestidad,
respeto, procederes justos y un intenso amor por la verdad. Mi gratitud eterna
tía Noemí, y cuando sea el tiempo dispuesto por Dios, podré darte un gran
abrazo y un beso en tus mejillas. Recibe la luz perpetua de los grandes
servidores de la voluntad de Dios y de sus enseñanzas.
Reconocimiento de parte
de tu sobrino -nieto Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor. De los
integrantes de la familia González Rubio y González Fuenmayor.
Redactado en Maracaibo,
Estado Zulia, Venezuela, América del Sur, a las nueve de la noche, el día
sábado Díez de enero de 2015
“NOEMÍ RUBIO
RINCÓN DE WILHELM… UNA MATRONA MARACAIBERA DE TEMPLE, TRABAJADORA INCANSABLE Y FORJADORA
UNA FAMILIA DE BIEN”.POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com .MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR. REDACTADO
Y PUBLICADO EN LA RED: SÁBADO DÍEZ DE ENERO DE 2015.
IMAGEN UNO: PROF. DR.
MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…
Para citar este artículo: si se tratase del caso
ejemplificado:
GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del
Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia? Maracaibo,
Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: )
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