POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED SÁBADO 19 SEPTIEMBRE DE 2009.
O R A C I Ó N
Cuanto he llorado por haberte ofendido Señor mío y Dios mío. He vivido la vergüenza y la pena de mis transgresiones. Una sensación de tristeza me ha venido agobiando. Y aquella me ha enseñado el arrepentimiento y mi confianza en tu poder para perdonar mis faltas. Por ello la palabra de Dios es sabia cuando nos recuerda: “la tristeza según Dios produce firme arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la muerte”. Amen y amen… (Fragmentos de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios, capítulo 7)
C O M E N T A R I O
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
La gracia del señor nos ha permitido contar con sus sacramentos y en consecuencia tener una vinculación más íntima con su santidad, con su poder y su misericordia. En la iglesia cristiana católica conservamos por mandato del mismísimo Jesucristo, hijo de Dios y señor nuestro, los sacramentos de los cuales podemos mencionar, el de la reconciliación a través dela confesión de los pecados, el bautismo, el matrimonio, la unción de los enfermos, entre otros. Tenemos la oportunidad de ver, palpar y saber que Jesús esta vivo, que reina hoy, ayer y siempre. La tristeza que en algún momento hace su entrada en nuestra existencia, por lo regular, es la consecuencia, el efecto de nuestras acciones y omisiones, ofensivas a la verdad, a la decencia, a la ética, a la moral y a las buenas costumbres, en definitiva, actos, hechos, decisiones y omisiones lesivas a los designios de Dios y/o a sus santas orientaciones. Pero ,superlativamente, la tristeza que sufrimos por no lograr alguna meta finalidad, objetivó o proyecto relativo al mundo ( obtener un titulo profesional, comprar la casa de nuestros sueños, carecer del vehículo último modelo que nos gusta, no haber logrado la membrecía en ese club tan selecto, etc.) es distinta a la que nos causa la tristeza según Dios. La primera es pasajera y su enseñanza es superficial, en tanto la segunda ,la tristeza por la ofensa a Dios y/o sus mandatos genera en nosotros el arrepentimiento necesario para suplicar y rogar por el perdón de esas ofensas, de allí que la tristeza según Dios, origina salvación y vida eterna, De manera que cuando entristezcamos por conductas ,actos y omisiones de naturaleza espiritual, confiemos en que la tristeza que sufriremos tendrá un epílogo feliz, pues lograremos ver la verdad, arrepentirnos y gozar de la gracia del perdón que nuestro Buen Dios nos concederá .Animo,gozo,alegría...
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