ORACIÓN “DOCTRINA DE VIDA”

ORACIÓN “DOCTRINA DE VIDA”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
REDACTADA Y TRALADADA A LA RED EN MARTES 08 DE SEPTIEMBRE DE 2009.

O R A C I Ó N

…Subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Los judíos, asombrados, decían: "¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?" Jesús les respondió: "Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Dios o hablo yo por mi cuenta. El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él. Amen y amen… (Fragmentos del Evangelio según San Juan, capítulo 7)

COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Confundir el cristianismo, la profesión de fe católica cristiana, con el fundamentalismo o cómo asumir actitudes excluyentes en la sociedad, es un verdadero error. Antes por el contrario tal y como Jesús de Nazaret le manifestó a todos quienes escuchaban sus enseñanzas, que su doctrina no era de El sino de aquel que le había enviado, de su padre Dios y en consecuencia doctrina de Dios misma. La sabiduría de Jesús desconcertó tanto a sus discípulos, como a los judíos, a los fariseos y a todo al que escuchaba su palabra. Realmente asombrados los judíos no encontraban respuesta alguna para argumentar y justificar las expresiones, el modo, la riqueza, y el gran contenido de la predicación del Maestro, del príncipe de paz, del rey de Reyes y del señor de señores. Por ello se preguntaban qué quien era este Jesús, que sin haber estudiado era conocedor de tan hermosas letras .Era lógico que sucediera de ésa manera, puesto que, siendo los judíos de su tiempo, hombres creados por Dios, es obvio su limitada inteligencia y estatura espiritual para entender los asuntos de Dios. Jesús proclama la verdad, la justicia y la caridad. Pero también su predicación atañe a una doctrina que no pertenece al mundo, que no es de origen humano, que es más bien una doctrina de vida y no de muerte. Es una doctrina que asegura el crecimiento personal y espiritual de aquel que la vive, la práctica y la difunde. Es la doctrina del perdón a nuestros enemigos y a cualquiera que nos haya ofendido. Es una doctrina que anuncia la buena nueva del restablecimiento del imperio de la verdad, de la luz, del bien, de la moralidad, de la justicia, de la solidaridad, de la piedad, de la misericordia, del amor a Dios, de la vida eterna y de la mansiones celestiales que el señor tiene preparadas para sus criaturas. Jesús no busca su propia gloria sino la gloria de aquel que le envió. De esta forma, podemos captar de manera muy clara, el papel que debemos cumplir los seres humanos: de difundir la santa palabra de Dios, de actuar y emular a Jesucristo, modelo de vida, acción y valores. Esta doctrina nos invita a difundir la buena nueva, la llegada del Reino de los cielos, y proclamar que toda la gloria sea para Dios. No temamos en afirmar públicamente nuestra condición de fervorosos creyentes, de hablar de Jesús, del Espíritu santo, de la Virgen María, de los Apóstoles, de los Santos y Mártires, de nuestra Madre Iglesia Católica, porque al hacerlo, obramos no por nuestra cuenta, sino por cuenta de Dios Todopoderoso, dándole la gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Ánimo, gozo, aleluya...
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