ORACIÓN "UN ALMA FUERTE"
POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR.
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL MARTES 02 DE DICIEMBRE DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN JUEVES 20 NOVIEMBRE DE 2008.
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
JUEVES 20 DE NOVIEMBRE DE 2008.
(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…" que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
O R A C I Ó N
¿Acaso el espíritu santo no nos dice que el alma así como se acerca a Dios, debe prepararse para la tentación? Vamos pues, valor, lucha valientemente y obtendrás el premio reservado para las almas fuertes. Es necesario ser fuertes para ser grandes. He aquí nuestro deber. La vida es una lucha que no podemos evadir. Pero hay que triunfar. Hay quien llega al cielo en carro, otros en carretas y otros a pie. Los últimos tienen más méritos que los otros y un lugar de mayor gloria en el paraíso. Sabemos que el señor a veces permite que nos ataquen situaciones que no son del todo agradables, porque su misericordia hace que seamos más apreciables y el señor quiere que le imitemos en las angustias del desierto, del huerto, de la cruz. Pero debes defenderte del mal, alejándolo y despreciando sus insinuaciones malignas. Debemos alejarnos del mal, en el nombre de Dios y de su santa obediencia, debemos soslayar cualquier manifestación del mal .Pongamos atención. Mientras la tentación nos disguste no debemos temer ¿Pero por que nos disgusta la tentación?. ¿Por que no queremos sentirla? Pero no, no, deja que sople el viento y no pienses que el ruido de las hojas sea el ruido de las armas. No te esfuerces por vencer tus tentaciones, porque tal esfuerzo las fortalecería, desprécialas y no te detengas en ellas. Piensa que Jesús crucificado en tus brazos, está allí siempre contigo, y dile a Jesús besando repetidamente su costado: He aquí mi esperanza, he aquí el vivo manantial de mi felicidad .Te estrecharé fuertemente mi Jesús, y no te dejaré hasta que me hayas colocado en un lugar seguro. Amén y amén...
COMENTARIO
(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)
En esta mañana hemos alabado al señor. Hemos evidenciado su fortaleza, pero también en esta conversación matinal, nos hemos dado cuenta que la tentación a veces puede hacernos sus víctimas, puede hacernos sorpresa. Pero la tentación forma parte de ese condimento cotidiano del vivir. No estamos exentos de ella y es por esa razón hermano y hermana que me estás escuchando, que una de las fórmulas que la palabra nos enseña para evitar caer en esa tentación ,es vivir una vida llena de paz, de serenidad, de tranquilidad interna, evitando que nuestra paz sea perturbada por factores externos e internos. Hay que enfrentar la vida con sus dificultades, con sus problemas, en actitud serena y con mucha paz. No la paz que deviene del mundo, que es una paz pasajera, una paz temporal, sino la paz que nos da el señor. Que es paz duradera. Que es paz para siempre. Y esa paz, de alguna manera, se traduce en tu vida y en mi vida, en serenidad, en comprensión. Porque cuando tenemos paz podemos entender mejor los problemas de los demás y también nuestros propios problemas. Nadie que se encuentre inquieto. Nadie que se encuentre angustiado, podrá mirar la realidad de su vida y la vida de los demás, de manera comprensible. Por esos argumentos, por esas razones, si tu quieres la paz, esa paz que el mundo todavía no conoce y por eso mismo no te puede ofrecer; debes entonces buscar la paz que el señor nos da .Señor quiero la paz de los mártires, de lo cotidiano, de aquellos que viven treinta, sesenta, noventa años, apostando la vida y los sueños a la gran verdad que es nuestro Dios. Señor quiero la paz de los mártires de todos los tiempos, que dieron su sangre por un bello ideal, por su pueblo, por su fe, y murieron sin odio, pero también sin miedo, porque entendieron que su vida valía su muerte. Y que en la debilidad de los sin armas recibía su fuerza histórica. Señor Jesús quiero la paz, la paz de los que no arrancan flores y no pisan en los sembrados, de los que se enojan pero controlan su ira, de los que señalan el error sin odio al hermano que yerra. De los que denuncian sin perder la ternura, de los que luchan por un nuevo tiempo, sin perder la perspectiva de los que abrazan ideales, sin perderse en las ideologías. La paz de aquellos que abrazan una religión y la practican, pero sin la inmadurez del fanatismo. La paz señor Jesús, de los que no confunden la fuerza del derecho, con el derecho de la fuerza .Quiero mas, quiero la paz inquieta que solo tu conoces. Señor Jesús, quiero estar bien conmigo mismo, sin tener un minuto de sosiego, quiero estar siempre agitado por fuera y seguro por dentro, con alma inquieta y corazón feliz. Y quiero todo eso padre, porque tu hijo Jesús me enseñó que la paz no es inquieta, sino una paz que genera actividad, pero una paz serena, porque la paz que nos inquieta no es paz, es mera tranquilidad y yo señor no te pido tranquilidad. Para ser feliz me basta tu paz inquietante y desinstaladora, que es la paz que el mundo necesita, que es la paz que yo necesito, amén, aleluya. Animo, gozo, alegría...
ETIQUETAS: desinstaladora, inquietante, disgustarse, manantial,
N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- "DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO". ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.
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