Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor: JESUCRISTO… “LA CARA DE JESUCRISTO”. POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com.MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA RED: MIERCOLES 02 DE SEPTIEMBRE DE 2015.

jueves, septiembre 03, 2015

JESUCRISTO… “LA CARA DE JESUCRISTO”. POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com.MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA RED: MIERCOLES 02 DE SEPTIEMBRE DE 2015.

JESUCRISTO… “LA CARA DE JESUCRISTO”. POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com.MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.REDACTADO Y PUBLICADO EN LA RED: MIERCOLES 02 DE SEPTIEMBRE DE 2015.

IMAGEN UNO: EL ROSTRO HUMANO DE JESUCRISTO…

IMAGEN DOS: PROF.DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…

“UNA PORCIÓN BASTANTE VASTA Y GRANDE DE LA SOCIEDAD DE GENTES, PRETENDE NO HABER VISTO NUNCA EL ROSTRO DE JESUCRISTO: EN LAS MISERIAS HUMANAS, EN LAS DISTORSIONES DE LA JUSTICIA, DE LA VERDAD, NI TAMPOCO PERCIBIRLO EN LAS DESVIACIONES DEL MUNDO, EN SU OROPEL DE ENGAÑOS, FRAGILIDADES Y ESTAFAS. SIN EMBARGO NO TENDRÁN EXCUSA ALGUNA, CUANDO SE PRESENTEN EN EL TRIBUNAL SUPREMO CELESTIAL, PARA JUSTIFICAR SU FALTA DE COMPROMISO CON DIOS Y CON EL PRÓJIMO” PROF.DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR (MEGF) MIERCOLES 02 DE SETIEMBRE DE 2015

JESUCRISTO… “LA CARA DE JESUCRISTO”.

POR: PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com.

MARACAIBO. ESTADO ZULIA. VENEZUELA. AMÉRICA DEL SUR.

REDACTADO Y PUBLICADO EN LA REDMIERCOLES 02 DE SEPTIEMBRE DE 2015.

Aunque parezca incierto, promediando el siglo 21 y habiendo transcurrido quince años de su primera parte, todavía hay personas que no reconocen la cara de Jesucristo en la cotidianidad de su vida, en la sociedad en general y en un grupo diverso de situaciones, hechos y cosas cercanas a la existencia de cada uno de nosotros. Recordaré algunas circunstancias para que el lector “tenga pistas, para que la próxima vez reconozca a Jesucristo, cuando lo tiene próximo, medianamente cercano o aun en extremos lejanos”.

Cuando en nuestra rutina diaria se nos acercan los indigentes, “los muertos de hambre”, “los pedigüeños”, “los martilladores”, “los apestosos y harapientos”, en ellos podemos detectar de manera muy fácil la faz de la tragedia, las carencias económicas, la ausencia de una alimentación adecuada o primaria, las dificultades crudas relativas a la salud, a la falta de un hogar, de parientes que los han olvidado para siempre y también de aquellos indolentes, que como alguno de nosotros, nos resultan un elemento más del paisaje urbano o rural, la existencia de estos individuos. En esas caras, está la cara de Jesucristo y precisamente por no haberla percibido, por no haber cumplido con tu obligación de amar y ayudar a tu prójimo es por lo que serás, sentenciado por la ley divina.

En nuestro discurrir diario nos encontramos con los enfermos, con gente a quienes los ha visitado la enfermedad y los ha reducido a permanecer permanentemente en una cama esperando el encuentro final con la muerte. Otros más afortunados luchan con sus enfermedades y tratan de subsistir con lo poco que algunos les han obsequiado bien sea en medicamentos o en dinero para adquirirlos. Cuando alguno de ellos se te ha acercado, cuando has oído hablar de ellos pero no has querido ni verlos, “tú te lo has perdido” porque voluntariamente no quisiste ver el rostro de Jesucristo y eso también te lo van a cobrar cuando dejes esta armadura o indumentaria, llamado cuerpo humano.

Pero no se queda allí la falta de percepción o verificación de la cara de Jesucristo. Y en este extremo de la dinámica social, nunca estaremos exentos de poder ver, percibir y otear la crudeza de la escena que nos presenta una niñez abandonada, pasando hambre, viviendo a la intemperie, abandonados por sus padres, parientes y aun por la sociedad y el gobierno mismo de cada Estado. Maltratados, abusados y negados en su propia existencia, estos niños están condenados a una muerte temprana o al desarrollo de una vida de adultos,, cercana a la delincuencia, a las drogas, las desviaciones sexuales y a todo tipo de infracción moral, legal y espiritual. Allí también está la cara de Jesucristo y en este escenario, la factura que hemos de pagar será de mayor costo y precio, por cuanto de todos es sabido el valor que para Jesucristo representan los niños en el reino de los cielos.

A pesar de tener la fortuna de contar con la circunstancia de que nuestros padres están vivos y podemos disfrutarlos, tampoco percibimos en ellos el rostro de Jesucristo, sobre todo cuando no practicásemos un análisis de conciencia, para concluir que no hemos sido buenos hijos y que nunca hemos respetado suficientemente a nuestros padres y tampoco le hemos guardado la reverencia, el respeto, la admiración y la necesaria e imprescindible valoración, por la experiencia y todo el conjunto de vivencias pertenecientes a los ancianos y de cuya fuente la sociedad extrae sus más valiosos principios, postulados y preceptos regulatorios de la moral, de la ética, de la justicia, de la verdad, del amor, del perdón etc. tan necesarios para que cualquier sociedad pueda desarrollarse favorable y positivamente.

Pudiéramos seguir colacionando algunas otras referencias que nos ayuden a constatar la cara de Jesucristo en el diario trajinar de nuestra existencia, pero creo que con lo dicho es más que suficiente. Te toca ti amigo lector asumir tu responsabilidad y tu compromiso con Dios, con la humanidad y con la justicia divina, precisar diariamente el rostro de Jesucristo, para que junto a él y con él, construyamos el reino de los cielos aquí en la tierra, el reino del amor, de la justicia, del perdón, del amor, de la misericordia, de la verdad, de la caridad, de la piedad, en definitiva de todo aquello que es puro, bueno, honesto, decente, solidario, comprensivo, y que coadyuve a hacer de este mundo mejor, más justo, más humano y más cristiano. ¿Podrás acaso reconocer la cara de Jesucristo en la próxima oportunidad en que te topes con él? Vamos, inténtalo.

IMAGEN UNO: EL ROSTRO HUMANO DE JESUCRISTO…

IMAGEN DOS: PROF.DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR…

Para citar este artículo: si se tratase del caso ejemplificado:

GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia? Maracaibo, Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: )

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