ENTENDIENDO UN POCO A DIOS.POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE.GONZÁLEZ FUENMAYOR. mervyster@gmail.com.MARACAIBO-ESTADO ZULIA- REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA -AMÉRICA DEL SUR.REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED: LUNES 24 DE FEBRERO DE 2014.

ENTENDIENDO UN POCO A DIOS.POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE.GONZÁLEZ  FUENMAYOR. mervyster@gmail.com.MARACAIBO-ESTADO ZULIA- REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA  -AMÉRICA DEL SUR.REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED: LUNES 24 DE FEBRERO  DE 2014.

  

IMAGEN UNO: JESUCRISTO ES NUESTRO GRAN CONSOLADOR..

  

IMAGEN DOS: PROF. DR.MERVY ENRIQUE.GONZÁLEZ  FUENMAYOR…

ENTENDIENDO UN POCO A DIOS.

POR PROF. DR.MERVY ENRIQUE.GONZÁLEZ  FUENMAYOR. mervyster@gmail.com

MARACAIBO-ESTADO ZULIA- REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA  -AMÉRICA DEL SUR.

REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED: LUNES 24 DE FEBRERO  DE 2014.

No hay nada más preciado que Dios. Teniéndolo Él de nuestro lado, con seguridad obtendremos cualquier cosa que anhelemos. Hay situaciones que los seres humanos no comprendemos ni entendemos y que solamente  Dios que es infinitamente sabio y que lo conoce todo, lo puede todo y está en todas partes, puede exactamente explicar con detalles lo que nos está ocurriendo. La palabra de Dios nos dice que todo lo que nos ocurra conspira a favor de nuestro bien, (Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman…Carta de San Pablo a los Romanos, capítulo8, versículo  28) Es decir que lo que consideramos malo, no lo es para Dios ni para el proyecto personal de vida que Él tiene para cada una de sus criaturas. A veces vivimos situaciones que nos corroen el alma y nos causan gran dolor. Pero esto no significa que hemos perdido el amor de Dios y que estamos destinados a vivir en un continuo sufrimiento, pena, tragedia o tribulación. De lo que se trata es de experimentar en carne propia y en nuestra espiritualidad, las pruebas de la existencia terrenal, la necesidad de que nuestro espíritu se ha fortalecido frente a las adversidades, inconvenientes y contradicciones, que el mundo nos ofrece como contrapartida a los momentos de felicidad. No se puede ser absolutamente felices todo el tiempo, ni mucho menos ser sufrientes durante toda nuestra vida. La palabra de Dios dice que todo tiene su tiempo: tiempo para trabajar, tiempo para descansar, tiempo para reír y tiempo para llorar, tiempo para dormir y tiempo de estar en vigilia, tiempo para el disfrute y tiempo para el sacrificio. Por eso el tiempo de Dios es perfecto y su discurrir es inexorable, no puede cambiarse, solamente Dios tiene ese poder: el poder para permitir que algunas cosas ocurran y el poder para impedir su concreción. Para ahondar en lo expuesto transcribo el siguiente texto de mi autoría:

ORACIÓN“EL TIEMPO DE DIOSES PERFECTO”POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR.MARACAIBO-ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA-AMÉRICA DEL SUR.  REDACTADA Y PUBLICADA EN LA RED DOMINGO 11 OCTUBRE DE 2009.
Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol: un tiempo para nacer un tiempo para morir, un tiempo para plantar un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar un tiempo para curar, un tiempo para demoler un tiempo para edificar; un tiempo para llorar un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse un tiempo para bailar; un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas, un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse; un tiempo para buscar y un tiempo para perder, un tiempo para guardar un tiempo para tirar; un tiempo para rasgar un tiempo para coser, un tiempo para callar un tiempo para hablar; un tiempo para amar un tiempo para odiar, un tiempo de guerra y un tiempo de paz. Amen y amen… (Fragmentos del libro de Eclesiastés, capítulo 3)

  .En otro orden de argumentación, debemos aceptar de manera imperativa, que existen cosas, situaciones y hechos que no pueden ser de otro modo y que no obstante nuestro libre albedrío y las consecuencias del mismo, existen esas situaciones, porque como ya he dicho son necesarias y convenientes a ese proyecto vital que Dios diseñó para ti y para mí. La mayoría de los teólogos están contestes en afirmar que: “Debemos aceptar la voluntad de Dios, incluso en cosas en que no quisiéramos estar de acuerdo. Por ejemplo, en el grado de santidad que Dios quiera para nosotros, aunque nos gustaría otro grado más alto; o en el puesto a ocupar en la sociedad o en la comunidad religiosa. Y lo mismo podemos decir en lo referente al día de nuestra muerte, aunque quisiéramos vivir más años, o al modo de morir. Y así en todas las cosas de la vida. Dejar que Dios realice sus planes en nuestra vida y no imponerle nuestros planes o lo que creemos que sería mejor para nosotros”.( La Providencia de Dios. Autor: P. Ángel Peña O.A.R.Capítulo 7: Providencia y obediencia. La voluntad de Dios. Tomado del sitio: Catholic.net).

En definitiva nuestra vida es el resultado del conjunto de decisiones que cada uno de nosotros va tomando en la diversidad de situaciones y episodios vitales a la que nos vamos enfrentando, pero existe una zona en la cual ese resultado es una mixtura, es la convergencia de factores voluntarios y de otros que vinculados a las consecuencias de nuestros actos, proceden de ese contexto o contenido en el proyecto existencial diseñado por Dios para la salvación de nuestra alma. Si no entendemos esto, menos podemos entender lo que nos ocurre a diario y la severidad del juicio según el cual todo el universo conspira para que las cosas en su resultado final nos beneficien. Ese universo plasmado en esa frase anterior, no es más que la voluntad de Nuestro Santo Padre Creador: Dios.

 

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Para  citar este artículo: si se tratase del caso ejemplificado: GONZÁLEZ FUENMAYOR, Mervy Enrique .El Ejercicio del Principio Inquisitivo: ¿Ofrenda a la Ética o a la Justicia? Maracaibo, Venezuela La Universidad del Zulia. 28-Enero-2009. Disponible en: )

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