lunes, abril 13, 2009

ORACIÓN “AQUÍ ESTOY SEÑOR, ENVÍAME”








ORACIÓN “AQUÍ ESTOY SEÑOR, ENVÍAME”

POR PROF. DR. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
MARACAIBO.ESTADO ZULIA.REPÚBLICA DE VENEZUELA.AMÉRICA DEL SUR
TOMADA DE SU VERSIÓN ORIGINAL JUEVES 05 JUNIO DE 1997.
TRALADADA A LA RED EN LUNES 13 DE ABRIL DE 2009.


(Fragmentos elegidos de la sección: "MERVY GONZÁLEZ ESTÁ CONVERSANDO CON…” que formó parte de un programa radial en el que participó como conductor por espacio de cuatro años aproximadamente: 1996, 1997, 1998, 1999, que se trasmitía en una estación radioeléctrica ubicada en la ciudad de Maracaibo-.Estado Zulia.- República Bolivariana de Venezuela. América del Sur).
Autoría del Prof. Dr. Mervy Enrique González publicada: LUNES 13 DE ABRIL DE 2009.


O R A C I Ó N

Donde está mi luz. Me invitas a ser luz, mientras levanta el sol su fuego. Qué claro queda el día. Que concretas se ven las cosas. La luz es la belleza del planeta y el gozo de la creación. Prende mi corazón en ti señor y hazme ser alegría de la tierra. Es mañana de luz, la tierra se abre al sol. Siembra en mi corazón el grano de tu palabra oh sembrador y hazme semilla de tu reino sembrada con amor. Aquí estoy envíame. Ya se anuncia el sol sobre la noche y alegra el rostro de la tierra. Su paso es evangelio de alegría, sembrado con besos de cariño. Señor mírame y llámame, quiero ser evangelio de esperanza, semilla de tu Pascua y luz de un nuevo amanecer. Te seguiré señor aunque me censuren, me ofendan y critiquen. Qué difícil ser profeta ,en tierra propia, señor. Qué difícil entre hermanos, ser palabra de tu amor. Cuando los ojos se cierran, imposible es ver el sol. Jesús Dame en este día ser testigo de tu voz. Amén y amén...

COMENTARIO

(APLICACIÓN A NUESTRA VIDA)

Hemos conversado con el señor. Hemos sostenido con el un diálogo, hermano y hermana que me escuchas. Con el hemos conversado acerca de lo difícil que es ver la verdad, cuando cerramos nuestros ojos. Hemos conversado acerca de lo que es, ser soldado de Cristo, ser profeta en la tierra que nos vio nacer. La historia sagrada está preñada de ejemplos, de todos aquellos que siendo profetas en su tierra, cargaron con la responsabilidad, el estigma y la consecuencia de perder hasta la vida por llevar el mensaje del señor. Pero en la mañana de hoy, conversando con nuestro señor, hemos aprendido que el nos ha dicho, que él es la luz, que él es el camino, que de el es el reino. Y cuando se camina la luz no se siente miedo a la oscuridad, pues la luz disipa las tinieblas. Y la fuerza del señor, que es la fuerza de su luz, de su gracia y de su santidad, nos acompañan todos los días de nuestra vida , hasta el final de los tiempos. Por esa razón en este amanecer, vamos a tomar la decisión amigo y amiga radioyente, de comprometernos a llevar la palabra del señor, sin importar la actividad que tú realices, por muy sencilla que ésta sea, no hay excusa alguna que argumentar para no poder llevar la palabra del señor a quien no lo conoce o a aquellas personas que conociéndolo han cerrado sus ojos para no ver la luz. En esta mañana debemos prometer sinceramente que vamos a tener una transformación en nuestra vida, que vamos a tomar la decisión de transformar igualmente y de cambiar nuestra forma de conducirnos, nuestras actitudes frente a la vida, para ser más solidario con el desprotegido, con el humilde , para dedicarnos a nuestras actividades con amor, en la seguridad de que señor nos acompaña siempre y de que en la adversidad o dificultad de tu vida, el señor está siempre contigo, para extenderte sus brazos y decirte: hijo mío yo estoy contigo. Solamente se requiere que tú le digas al señor: señor Jesús en esta mañana, yo abro las puertas de mi mente, de mi corazón, de mi espíritu, para que tu te entronices en el, para que tu te enseñorees en mi vida y pueda yo ser tu instrumento llevando una vida honrada, una vida productiva desde el punto de vista material y espiritual, para que podamos ser solidarios con los desprotegidos de esta tierra, para que el señor nos de discernimiento y poder determinar lo bueno y diferenciarlo de lo malo. Por eso señor Dios te decimos en esta mañana, concédenos señor serenidad para aceptar aquellas cosas que no puedo cambiar, concédeme señor valor, para tener la fuerza suficiente de cambiar aquellas cosas que puedo, concédeme señor sabiduría para poder diferenciar entre las cosas que debo aceptar y aquellas cosas que debo cambiar. Ánimo, gozo, alegría...




ETIQUETAS: aceptar las cosas, cambiar las que puedo, envíame señor, argumentar la excusa, estar listo y presto,









N O T A D E L A U T O R
AMIGOS Y AMIGAS, esta oración con comentario incluido, forma parte de una larga lista de ellas y que movido por el Espíritu Santo, ofrendaba al Señor de Lunes a Viernes a las siete de la mañana, en un programa radial de opinión, en el que participaba en compañía de una periodista, en el cual mi persona le dedicaba tres minutos o más (dependiendo de la Producción y/o de Máster) a orar y analizar esa oración aplicándola a la cotidianidad de nuestra vida, de nuestros actos, de nuestras, alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, tragedias, tribulaciones, bonanza, prosperidad, bienestar, etc. Todo con la intención de establecer como verdad aquella según la cual Dios siempre está con nosotros, que todo lo que nos ocurre es para bien, que existe un plan o proyecto de salvación para cada uno de nosotros diseñado por el mismísimo Dios, cuyo cumplimiento, decisión y elección depende de ti. Así que -parafraseando la escritura bíblica- “DIOS NOS HIZO SIN NUESTRO CONSENTIMIENTO, PERO NO NOS SALVARÁ SIN QUE LE OFREZCAMOS ESE CONSENTIMIENTO”. ES DECIR, NUESTRO PERMISO Y AUTORIZACIÓN. El Señor es un caballero, y está siempre a las puertas de nuestro corazón, para que le abramos y pueda entrar para guiar nuestra vida y ofrecernos su santidad, gozo, alegría, discernimiento, sabiduría, y sus infinitos dones espirituales y materiales. Esa estación radioeléctrica está situada -todavía está al aire- en la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, República Bolivariana de Venezuela.

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