MEDICOS: ATLETAS DE LA VIDA CONTRA LA MUERTE
(UNA VISIÓN ESPIRITUAL)
Por Prof. Dr. Mervy Enrique González Fuenmayor
Articulo enviado a un periódico, sin publicar.
Segunda re-impresión: martes 11 de marzo de 2008.
Maracaibo-Venezuela-América del Sur.
Médico es un vocablo que viene del Latín Medicus y se relaciona con aquella persona autorizada para profesar y ejercer la medicina (DRAE 2001. p 1457). Estos profesionales constituyen uno de los pilares fundamentales de la sociedad en la que vivimos, en la que vivieron nuestros ancestros y en la que vivirán nuestros descendientes. La función mas noble que ser humano haya podido elegir como profesión es la de Medico en virtud de que mitigar, curar y eliminar el dolor, aun rescatar la vida de la fauces de la muerte, constituye la actividad mas trascendente del ser y el cumplimiento de los fines mas supremos de la especie humana. Es tan grande el valor que la colectividad en todas las etapas de la humanidad le ha conferido a quienes ejercen la profesión de medico que hasta el mismo Texto Sagrado le dedica en el Libro del Eclesiástico capitulo 38 los siguientes versos:
Respeta al médico por sus servicios, pues también a él lo instituyó Dios. El médico recibe de Dios su ciencia, y del rey recibe su sustento. Gracias a sus conocimientos, el médico goza de prestigio y puede presentarse ante los nobles. Dios hace que la tierra produzca sustancias medicinales, y el hombre inteligente no debe despreciarlas. Dios endulzó el agua con un tronco para mostrar a todos su poder. El dio la inteligencia a los hombres, para que lo alaben por sus obras poderosas. Con esas sustancias, el médico calma los dolores y el boticario prepara sus remedios. Así no desaparecen los seres creados por Dios, ni falta a los hombres la salud. Hijo mío, cuando estés enfermo no seas impaciente; pídele a Dios, y él te dará la salud. Huye del mal y de la injusticia, y purifica tu corazón de todo pecado. Ofrece a Dios sacrificios agradables y ofrendas generosas de acuerdo con tus recursos. Pero llama también al médico; no lo rechaces, pues también a él lo necesitas. Hay momentos en que el éxito depende de él, y él también se encomienda a Dios, para poder acertar en el diagnóstico y aplicar los remedios eficaces. Así que un hombre peca contra su Creador, cuando se niega a que el médico lo trate.(Eclesiástico 38:1:15)
De lo trascrito es claro que los médicos son las manos de Dios y su razonamiento es materializado en el diagnostico y la cura de la enfermedad. Por ello no debe el medico dar razones para que se perciba su profesión como una actividad meramente mercantil pues su apostolado social y celestial lo obligan a ser ejemplo de solidaridad, comprensión, humanidad, humildad, dedicación y respeto de la dignidad y sensibilidad del paciente.
Finalmente ha de decirse que no obstante existir algunos lunares dentro de esta noble profesión, la sociedad ha de estar segura que su salud descansa en buenas manos. Por ello felicitamos a los médicos quienes cada diez de marzo celebran su día y elevamos al Señor y la Virgen nuestras preces para que sean iluminados, fortalecidos y guiados por la Unción del Espíritu Santo.
Por ultimo y parafraseando al filosofo español JOSE INGENIEROS diremos: “cada uno tiene la sensibilidad propia de su perfeccionamiento nervioso; los sentidos son las base de la memoria, de la asociación, de la imaginación; de todo. Es el oído lo que hace al músico; el ojo lleva la mano del pintor. El poder concebir está subordinado al de percibir: cada hombre tiene la memoria y la imaginación que corresponde a sus percepciones predominantes”. (INGENIEROS José “El Hombre Mediocre “Caracas-Venezuela. Editorial Panapo. 1986 p 163).
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