"UN MODELO DE HOMBRE PARA CADA TIEMPO "
por: Prof. Dr. MERVY ENRIQUE GONZÁLEZ FUENMAYOR
15 de Marzo de 2007,3 y 30 p.m.
Maracaibo-Venezuela-América del Sur
Existen diferentes y diversas corrientes del conocimiento humano que centran su objeto de estudio en el hombre, como persona humana y como miembro de una sociedad. Ello sin contar con aquellas disciplinas científicas que lo estudian en su dimensión , biológica, pasando por su estudio como ser vivo a los efectos de determinar con precisión, aspectos relativos a la antigüedad del planeta, la existencia de la vida en el mismo o en el cosmos, el desarrollo de la vida, las condiciones climatológicas reinantes en un período determinado y en fin un conjunto de realidades, situaciones y otros aspectos que a los efectos de estas reflexiones no cabrían, para ser examinadas. Encostrándome en el interior de mi vehículo, mientras trataba de hacer más placentera y productiva mi estada en una inmensa y gran cola de automóviles que aspiraban a continuar la marcha, mi mente se detuvo alrededor de la conducta y actitud del hombre actual, obviamente ello me transportó al cuadro comparativo de ese mismo hombre de hoy, pero viviendo en una sociedad distinta y bajo unas condiciones también diferentes. Recordé que en mis clases de educación primaria mis talentosos maestros con frecuencia dedicaban algunos minutos para tratar de explicar los cambios que el ser humano va experimentando de época en época. Inmediatamente comprendí la razón que ellos tenían cuando concluían en esas mañanas o tardes de aprendizaje primario, que el hombre como sujeto activo o pasivo de una realidad está sometido a un conjunto de factores que vienen del exterior o que pudieran ser desarrollados en su internalidad y que indefectiblemente lo harán ingenioso o torpe, bondadoso o malvado, inteligente o cerrado a la misma, un buen o mal ciudadano, una buena o mala persona, un excelente profesional o un mediocre incompetente, un hombre de recto proceder o de conducta deshonesta, un verdadero cristiano o un cristiano de fachada. Así es la vida, cada tiempo nos muestra el rostro de un hombre que es la representación de la sociedad en la que vive, dejando a salvo las excepciones, que lo que hacen es confirmar la regla. De allí que puede fácilmente hablarse del hombre de la prehistoria cuyo único fin era la subsistencia, mantenerse vivo frente a las inclemencias del clima y a la existencia de enormes y grandes animales y fieras. En la edad media fácilmente el lector podrá señalar que el hombre de esa época se caracterizó por su presencia monacal, es decir el hombre-monje. En el período barroco la escena social estuvo dominada por la morfología del hombre militar. En el siglo XIX el escenario estuvo cubierto por la figura del hombre- trabajador. Nuestra sociedad presente y a diferencia de lo que piensan la mayoría de los especialistas al respecto, no se caracteriza por el dominio de un solo tipo de hombre, y que a la sazón ,la mayoría piensa que se trata del hombre-consumista, por creer que la sociedad de consumo en la que vivimos le ha dado determinantemente esa característica al hombre actual.
Nuestra disidencia la afincamos en un conjunto de circunstancias que tienen que ver fundamentalmente con las actitudes y conductas que el hombre actual desarrolla y anida en su mente y espíritu. El hombre del siglo XX y comienzos del siglo XXI es una especie de mixtura que lo va delineando como un ser que todo quiere probarlo, usarlo y consumirlo, pero al mismo tiempo el hombre pretende romper absolutamente con el pasado para darle paso a un conjunto de nuevas estructuras sociales, culturales, políticas, religiosas, económicas etcétera. Algunos ejemplos nos servirán para robustecer nuestro opinión: a ) el hombre de hoy es irreverente, nada le merece respeto y antepone por el contrario esa irreverencia ,solamente con el propósito de lograr el cumplimiento de sus metas, independientemente de que lesione a su prójimo para conseguir lo que desea b) el ser humano actual es hedonista, generalmente vive, trabaja y lucha para satisfacer los placeres ( placer en su locución adverbial que traduce: " con todo gusto, a toda satisfacción, sin impedimento ni embarazo alguno.") a lo cuales le dedica gran tiempo, citemos al azar algunos de ellos : placer de comer, placer de viajar, placer sexual, placer de la vanidad, placer de la prepotencia, placer del ejercicio del poder, placer de la moda, placer por el prestigio ,títulos y honores, etcétera c) en cuanto a principios, valores y patrones actitudinales de moralidad y ética el hombre no se ha paralizado en nada, por ello irrumpe en contra de los valores éticos y morales, de allí que se pueda explicar más no justificar, que hoy se ve con normalidad, pero una normalidad ofensiva , la existencia de personas que viven en uniones con otra personas del mismo sexo, sin que la sociedad reaccione frente a tal agresión, de modo que quienes la toleran se creen con derecho a violar las leyes naturales y además bendecir y aceptar lo que es una abominación ,y lo que es peor, la sentencia de muerte de las uniones heterosexuales, basamento del matrimonio: única institución que garantiza el desarrollo de una sociedad sana, y el establecimiento y respeto a los derechos que se generan de este último tanto para los hijos como para los integrantes de la pareja y los otros miembros vinculados en ésa relación bien por consanguinidad o por afinidad. Y es que este hombre del siglo XXI, en este aspecto, blande la bandera de la libertad para aceptar hasta con parsimonia y excelso grado de solemnidad lo que realmente constituye una situación amoral, contranatura, y una ofensa a nuestro creador, el cual si hubiese tenido en mente las uniones entre homosexuales, morfológicamente nos hubiese creado partiendo de otros paradigmas. Que me perdone el lector pero el Señor colocó en nuestro cuerpo orificios con un destino bien determinado y propio , orificios que permiten el ingreso de los alimentos u otros elementos en funciones quirúrgicas, de aseo u otras, orificios que solamente se destinan para que nuestro cuerpo pueda extraer y eliminar sustancias, químicos, líquidos, fluidos etcétera que ya no necesita; lo demás constituyen simple y llanamente razones de una sin razón y la justificación de perversiones que han logrado extenderse únicamente por causa de nuestra propia pobreza espiritual y por el deseo de experimentar cosas nuevas aunque estas lleven a la destrucción del ser humano y de la sociedad. Basta únicamente mirar en el pasado como el imperio griego cayó y se extinguió por su perversión: allí la homosexualidad y la conductas sexuales ligeras y alegres eran permitidas. Pero lo mismo ocurrió con el imperio babilónico en el cual por el desmoronamiento de la capa moral de esa sociedad y trajo como consecuencia su caída. Roma tampoco pudo escapar de esta tragedia causada por el libertinaje y ese querer experimentar cualquier cosa que ha motivado al hombre al derribar cualquier límite que se oponga "al cumplimiento de sus deseos y objetivos". Ese hombre , también en este tercer milenio ha logrado subsistir, de allí que persista el inminente peligro de la destrucción de la sociedad actual, de continuar el hombre por los derroteros que actualmente signan su camino d ) pero también coexiste en esta sociedad el hombre-dinero, el cual se caracteriza por acumular grandes fortunas por el simple hecho de acumularlas y sentir que esa riqueza se traduce en poder, reconocimiento, prestigio y la posibilidad de sojuzgar a su prójimo. Es el hombre que construye grandes imperios económicos pero que es un ser vacío, carente de valores supremos que le permitan su trascendencia.Para este hombre lo verdaderamente importante es la riqueza y las oportunidades, comodidades, bienestar y placer que le genera aquella ,.Este hombre no reflexiona sobre la gran posibilidad que la riqueza le ofrece para generar empleos, salarios más justos para los trabajadores, vivienda y educación para las familias de estos, la promoción y desarrollo de campañas altruistas en beneficio de los más desprotegidos, de los enfermos, los ancianos, de los niños y de cualquier otra que lleve felicidad y alegría a quienes carecen de los más elementales recursos económicos que inclusive le impiden en algunos casos la propia existencia. Como se ve, este hombre no es nuevo, ya que desde el principio de la humanidad ha existido, el es reflejo del egoísmo, mezquindad y carente de solidaridad y e) para finalizar ésta lista, que sólo el azar le ha dado un especie de orden, que únicamente es aleatorio y no jerárquico ni mucho menos lógico; tenemos también al hombre ni-ni; es el ser humano frío, tibio, que no le interesa mas que su propio mundo, su propia familia:.En el es evidente y repetitiva la expresión: "primero yo, segundo yo, tercero yo. ¿ si alguien no me causa problemas, por qué me ha de importar que ese alguien le cause problemas a otro? Es en la enunciación de las clases de hombres a las que nos hemos referido " EL PEOR DE TODOS " aunque el mismo crea que es un buen ciudadano, un buen padre, un buen hermano, un buen hijo, por qué "el no se mete con nadie, vive y deja vivir". Lastimosamente esta actitud conduce al ser humano a la complicidad y a la parálisis, el mundo estaría mejor sin el, ya que para qué la sociedad progrese se requiere acción y no inacción o simplemente disimulo.
Sé que estas lineaaproducirán discusiones, contradicciones, paradojas, disidencias y puntos de vista que pudieran rayar incluso en intolerancias. Pero lo que he querido poner de manifiesto en estas reflexiones es que el hombre no es el resultado de un tiempo específico, el hombre, es lo que es . como producto de sus actos, de sus pensamientos, de sus sentimientos y estos son los que le dan forma y característica a un tiempo determinado. No es el tiempo el que configura el perfil de un ser humano. Es el ser humano quien con sus actitudes, obras, acciones, omisiones, querencias, odios, debilidades y fortalezas quien marca el destino y rumbo de la humanidad. De allí que el pasado es útil , no para recrearlo en sus tristezas, decepciones y errores, el pasado es útil porque nos enseña los errores que cometimos, las acciones buenas que dejamos de realizar, y consecuencialmente el cofre que contiene todos los actos que hicimos, los que pensamos hacer y nunca hicimos, los que no hicimos y aquellos que nos hubiese gustado hacer. Por ello el hombre es siempre perfectible, siempre habrán nuevas oportunidades para enmendarse, reformarse y dejar las malas acciones del pasado para convertirlas en las buenas actitudes y hechos del hoy. Aunque no fueses creyente, déjame decirte que siempre tendremos momentos para reflexionar sobre nuestra vida, sobre la manera en que la hemos vivido, y si el resultado de ese análisis que has efectuado arroja un saldo negativo, siempre tendrás oportunidades si no para cambiar el pasado, porque ello no es posible, las tendrás para enmendar las consecuencias negativas de aquellos actos y ello te dará paz, tranquilidad, sosiego y reconciliación con Dios. Por mucho que quieras afirmar tu ateísmo, incredulidad y negación de la presencia de Dios, en lo más recóndito de tu corazón siempre tendrás la esperanza de su existencia, de su misericordia, de su poder, de su santidad, de su amor, de su perdón y del su auxilio oportuno , te sentirás alegre por tener siquiera la esperanza de la existencia de Dios o de un Ser Superior que es tu creador y que te asegura el perdón de tus faltas cuando medie el arrepentimiento y el firme propósito de enmienda y que cuando mueras pasarás a otra dimensión y tendrás vida eterna. Tú lo sabes y tu corazón, tu mente y tu inteligencia con tenue voz te lo afirma, te lo susurra y tu necesitas creer que es así. Amén y amén.
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