martes, julio 18, 2006

"EL ANONIMATO Y EL BIEN"

por Mervy Enrique González Fuenmayor

- Lunes, 17 de julio de 2006 -

Para los seres humanos resulta a veces harto difícil mantenerse en el anonimato cuando realiza alguna acción que lo satisface y que al mismo tiempo tiene como destinatarios a otros seres humanos desvalidos, desprotegidos, viviendo en la indigencia o simplemente carentes de alimentación, vivienda, educación u otros factores o elementos para poder disfrutar una vida feliz y -por lo menos- con lo más necesario y esencial para su subsistencia . No deja de sorprender esta situación, si consideramos, la necesidad que la mayor parte de nosotros tenemos de notoriedad, fama y prestigio. Precisamente esta particular forma de vivir es la que ha venido causando grandes problemas a la humanidad. Ello puede percibirse de algunos personajes que hoy encumbrados alardean de ser buenos ciudadanos, ejemplos de virtud, iconos de moralidad y casi rayanos en la santidad o a la espera de su beatificación.

Estos planteamientos están motivados por lo recurrente de esta forma de conducirnos y por la pasmosa aceptación que la sociedad realiza respecto de estos seres que pensando que son mejores que los demás, se pasean por las plazas para obtener reverencias, genuflexiones, reconocimientos y otras loas para satisfacer su ego , y asumir una posición entre comillas: de superioridad frente al resto de sus congéneres . Pobres infelices, ignoran que el ejercicio de la bondad está enmarcado fundamental y esencialmente dentro de el anonimato, ya que quien practica el bien y espera recompensa, no ha hecho tal bien por cuanto si recibe una contraprestación por el acto bondadoso realizado lo que ha ejecutado es en verdad una negociación, según, yo te hago un bien y como beneficio particular recibo el reconocimiento, la gratitud, el prestigio y la relevancia del cuerpo social en el cual vivo, por esta razón y por otras que por cuestiones de espacio no comento, es por lo que cuando practicamos y ejercemos la bondad, el altruismo, la filantropía, la solidaridad social, la justicia, la ética, la moral y el amor al prójimo, debemos concretarlo cubriéndonos con él nada visible manto del anonimato. Solamente actuando de esta manera, practicaremos la bondad y el bien tal y como nos lo exigen no solamente la moral y la ética sino también la palabra de Dios. De esta manera amigos y amigas lectores es que Dios desea que le sirvamos, si es que en nuestro corazón y espíritu, existen dones y condiciones para desarrollar la reciprocidad, el amor al prójimo y el compartir con el resto de la sociedad lo poco o lo mucho que tengamos, y en este aspecto, no me refiero únicamente a los bienes materiales o económicos, ya que el bien no se reduce a estos factores o elementos exclusivamente, no necesitamos tener dinero o bienes para ejercer la bondad, ya que esta no reside únicamente allí, a veces una palmadita en el hombro, una palabra de aliento, un acto de solidaridad, el ejercicio de la misericordia o de la piedad, constituyen mayor ayuda que el regalo, la dádiva , la donación o el reparto de cosas materiales, ya lo dice el Señor " No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de su boca ".

Ojalá que estas reflexiones no caigan en el vacío, o en tierra estéril, agreste o inhóspita. Para finalizar transcribo unos párrafos que pienso serán de mucha utilidad para quien los lea:

" Una de las cosas más difíciles de la vida es seguir la propuesta de Jesús sobre la caridad fraterna: " Que no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha" ( Mateo 6,3 ). Jesús propone que quien de limosna no se lo cuente a nadie. Que tal hecho quede entre el benefactor, el beneficiado y Dios.

Pero, si observamos nuestra vida, veremos que, tarde o temprano, todos tenemos la tentación de recordar alguna caridad que hicimos. Puede ser que el bien que hicimos a su vez nos haya causado tanto bien que sintamos la necesidad de compartirlo.

Si fuera sólo por eso sería más que justo. Pero...¿y si no fuese así ?

La gran tentación de todo aquel que hace el bien es, tarde o temprano, autopremiarse, haciendo que alguien conozca lo hecho ...¡Es difícil ser bueno y optar por el anonimato!

Aunque tenga conciencia del abuso en que suelo incurrir, respecto de las citas y transcripciones de otros articulistas, componedores y autores, ofrezco todo género de excusas, pero debo aclarar que este estilo me ha permitido hacerme entender pues el proceso de cogniciòn se realiza con mayor facilidad si nos auxiliamos de la palabra, del ejemplo, y del razonamiento de otros que con diferente perspectiva plantean o tratan la problemática abordada. En este caso la pertinencia obliga a parafrasear al filósofo español JOSE INGENIEROS quien en su obra : EL HOMBRE MEDIOCRE (CARACAS-VENEZUELA.. EDITORIAL PANAPO.1986 ) nos refiere lo siguiente:

" Es desdeñable todo lo que suele desear o temer el egoísta. Si las resistencias en el camino de la perfección dependen de otros, conviene hacer de ellas caso omiso, como si no existiesen, y redoblar el esfuerzo enaltecedor.

Ningún contratiempo material desvìa al idealista . Si deseara influir de inmediato sobre cosas que de el no dependen, encontraría obstaculos en todas partes ; contra esa hostilidad de su ambiente sólo puede rebelarse con la imaginación mirando cada vez más su interior. El que sirve a un ideal, vive de el ; nadie le forzarà a soñar lo que no quiere ni le impedirá ascender hacia su sueño " . Buenas noches. Sabré agradecer cualquier comentario siempre que sea constructivo, lo más importante entre los seres humanos en la comunicación , si tienes una crítica hazla, pero de manera constructiva, de forma, que podamos encontrar caminos para subsanar los errores y a su vez permitir que este medio sea productivo en lo moral, ético y social para todos los que navegamos por la red. Que Dios y la Virgen María les bendigan... amén.”

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