¿Acaso ser Bueno es Fácil?
por Mervy Enrique González Fuenmayor
- Lunes 26 de junio de 2006 -
La expresión “bueno” o “buena”, viene del latín bonus que se traduce en bondad, por ello en castellano cuando afirmamos que algo o alguien es bueno, es por qué en aquella o en él, existe bondad. De tal forma que bueno es un adjetivo que significa bondad en el género. Esta brevísima explicación nos permite explicitar este pequeño introito de la reflexión que vamos a abordar de seguidas relacionada con la bondad ¿Cuántos de nuestros domingos solitarios hemos sentido la necesidad de preguntarnos si ser buenos es realmente bueno o debemos o mejor deberíamos ser comedidamente buenos? Es decir, limitar nuestra bondad para no caer en el extremo de que nos consideren tontos, imbéciles o ingenuos. Es también, tema de esos domingos o días llenos dé soledades, la cuestión de saber si realmente vale la pena ser buenos o sencillamente no involucrarnos en asuntos en los cuales aparentemente no tenemos ningún tipo de vinculación o intereses; es decir, en asuntos que no son nuestros ni nos competen en cuanto a su solución, análisis y correcciones. Es el desideratum de nuestra existencia, meternos o no en cosas y asuntos que no nos conciernen aunque en ellos se requiera la intervención o auxilio de un tercero para evitar que suceda una tragedia, que ocurra una desgracia o simplemente evitar la concreción de hechos desagradables entre seres humanos que deben guardarse respeto, consideración y tolerancia; o tal vez el auxilio de algún ser humano que mostrando algún gesto de humanidad socorra, auxilie y ayude a quien lo necesita. Por ello he afirmado anteriormente que "esos asuntos en los cuales aparentemente no tenemos ninguna vinculación o no nos conciernen, por lo menos en cuanto a nuestros intereses, obligaciones y derechos", realmente sí constituyen materia u objeto nuestro. La sola circunstancia de ser o pertenecer al género humano nos obliga a intervenir en la conflictividad que se genera por la interrelación entre los miembros de una sociedad o de algún sector de ésta. No podemos evitar ni mucho menos evadir esta responsabilidad, la cual deviene de nuestra naturaleza humana y social y la de otro aspecto que es el relacionado con el derecho natural o si usted quiere con la naturaleza espiritual con la cual se nos caracteriza y que no es más que afirmar que somos criaturas hechas o creadas a imagen y semejanza de Dios y consecuencialmente obligados a discernir entre el bien y el mal y a la selección de aquel para salvación de nuestras almas para la eternidad y crear las condiciones mediante el ejercicio de la bondad para una vida feliz, próspera en lo económico y de mucha paz en lo espiritual.
Hace apenas unos días recuperé un libro que hacía tiempo no releía, y que después de haberlo obsequiado no sé cuántas veces ni a cuántas personas, me había convencido absolutamente que ser bueno no es malo y que por el contrario y esta frase es de mi autoría: "ES PREFERIBLE MIL VECES LLEGAR AL CIELO POR IMBÉCIL, INGENUO O TONTO, QUE LLEGAR AL INFIERNO POR SER MAS LISTO O ABUSADOR QUE LOS DEMÁS". El libro en cuestión se intitulada : "EL DIFÍCIL ARTE DE SER BUENO" cuyo autor es el padre P. ZEZINHO y editado por las librerías San Pablo de Venezuela, habiendo comprado doce ejemplares de él en la ciudad de Maracaibo-Venezuela el día 23 de junio de 2006, con la intención de obsequiar por lo menos once ejemplares. Para evitar que dejes de leerme prefiero como el laico comprometido con
“Un libro que actúe a pensar sobre la bondad tal vez no tenga lectores, pero allá en el fondo de mi corazón de comunicador de Jesucristo, tengo la convicción de que la gran mayoría de la gente vive una bondad mediocre, que no deja de ser bondad, pero que es mediocre porque pocos se detienen a examinar las consecuencias y los beneficios de ser bueno.
Ser bueno es bueno, pero no siempre es muy fácil. Y muchas veces tampoco es agradable: no siempre aquellos a quienes beneficiamos nos respetan. Muchísimas veces los inescrupulosos se aprovechan de quienes les desean hacer algún bien. Y justamente por saber qué quien es bueno juega siempre con las manos limpias, los malos están llenos de trucos y crueldad. Y esa es , tal vez , la razón por la que el mundo está lleno de personas que proclaman ser buenas hasta cierto punto. Nadie quiere ser bueno por demás, serlo es sinónimo de ser tonto. A eso llegamos...
¿Vale o no la pena? Estaba en lo cierto aquel campesino, extremadamente bueno y popular en su región, que interrogado un día a quemarropa, por haber regalado la casa donde vivía, sobre si valía la pena ser bueno como el era, respondió simplemente: “bueno en realidad podría no ser bueno, pero la verdad es que quien es bueno vive con más gusto, así se vive”.
La ingenuidad de los buenos hace que mucha gente pierda, pero también lo inverso es verdadero. Muchos padres y madres y muchos educadores, de tanto confiar en el lado mejor de u una hija o de un hijo acaban por perder la autoridad sobre ellos. Un día, la muchacha aparece embarazada y el joven preso por robo o por tenencia de drogas. Pero es la ingenuidad de los buenos que, aún sospechando lo peor, continúan siendo los únicos en creer en el lado bueno del joven o de la muchacha, cuando todos ya se han munido de pruebas de su culpabilidad y malicia; es esa ingenuidad que a veces con el tiempo, deja la puerta abierta al retorno de esos corazones doloridos. La persona que es buena sin medida dirá: Me puedes estar mintiendo y hasta creo que lo haces, pero aún sabiendo que me escondes la verdad aún creo en la niña o el niño, que existe dentro de ti... he allí una frase ingenua quizás tonta. Deliciosamente candorosa. Pero a largo plazo, será la única frase que sonará en los oídos de un corazón doliente. Y es en esta puerta que el joven o la muchacha de corazón destrozado irá a golpear, para pedir el consuelo de una amistad pura y bella”.
Los fragmentos que hemos transcrito no necesitan un comentario especial, analízalos y observa si puedes retratarte en ellos. Actúas tú de esa manera o por el contrario eres de esas personas que prefiere " no buscarse problemas " y en consecuencia permanecer incólumes y como meros espectadores de lo que les ocurre a otros, pensando-equivocadamente-que a ti o a tu familia jamás le pasará lo que le está ocurriendo a tu vecino, a tu prójimo o a cualquier ser humano. Lo anterior me obliga a expresar que definitivamente estamos obligados a ser buenos, es buen negocio ser bueno, sobre todo si entendemos según lo dice la palabra de Dios que El recompensa el ciento por uno, cuando tú realizas una obra buena y ayudas a los desprotegidos, a los pequeñines, a las viudas, a los enfermos, a los encarcelados, a los sedientos, a los más pobres y a los necesitados. Que Dios y
2 comentarios:
A Cualquier lector que desee expresar su opiniòn :hagàlo en terminos respetuosos. Gracias. Que Dios y La Virgen Madre Marìa les bendigan.
El autor.
Hola Profesor, soy su alumno Ricardo Blanchard, introduje su nombre en el buscador y he encontrado artículos como este que me ha llamado la atención no por el contenido jurídico sino por lo reflexivo del mismo. Muy bueno, ignoraba que este tipo de literatura pudiera ser parte de su producción creadora
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